Ayer tenía una pena por muchas
razones.
Una de ellas por tú ausencia.
Llegó la noche me quedé dormido;
en mi sueño soñaba que yo te
perdonaba.
Qué bonito fue que
un rayo de sol me despertó,
Me asomé a la ventana, que hermoso
es la vida y yo apenado tomé un
buen bocado.
Llegué a mi trabajo
que alegría fue que mi Dios había
bendicido a los pescadores.
Ese día fue grandioso, que regresé
a casa alegre porque, comprobé
que tú no me haces falta,
que para ser dichoso solo hay que recibir
la bendiciónes del Creador y con
eso me basta.
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Autor:
CIGARRITO (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 15 de enero de 2025 a las 09:22
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 55
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., pasaba, Pilar Luna, Jaime Correa, Classman, Enrique Fl. Chaidez, Jaime Alberto Garzón, Javier Julián Enríquez, Mael Lorens
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