A-mores no.

Hay amores que nacen sabiendo que nunca llegarán a ninguna parte, como un camino que no puede cruzarse. 

Se mantienen de una llama tenue, que no se apaga, pero tampoco calienta lo suficiente. Hay que ser realistas, no hay final feliz para estas historias, porque nunca empiezan realmente. Una verdad cruel, que de alguna manera, también es hermosa. 

Muchas de estas historias, terminan siendo un secreto que llevas contigo, cargando su peso pero con los pies firmes en el suelo. Al final, el amor imposible no muere, se esconde en un rincón del alma, se transforma en una pregunta eterna o en un verso que nunca encuentra su final...