INTELIGENCIA

LA HUMANA Y  LA ARTIFICIAL...

En el vasto jardín del pensamiento, 

donde florecen ideas en su tiempo, 

la inteligencia danza,  vaga y ligera, 

un faro en la niebla, luciérnaga sincera. 

En cabio en un vasto océano de datos infinitos, 

las mentes de silicio comienzan su danza, 

bailan con ritmos de cifras y mitos, 

creando en su esencia una nueva esperanza.

Es la brújula del sabio viajero, 

que desvela secretos del mundo entero, 

con cuerdas de lógica teje su manto, 

y en noches de dudas, eleva un canto. 

Resuelve los enigmas de la existencia, 

con alas de razón y de coherencia. 

Abstracción, su arte, en el lienzo del aire, 

pinta con colores que nunca son pare. 

Susurros etéreos de códigos nativos, 

modelos matemáticos tejen su trama, 

donde lo incierto se vuelve objetivo, 

y en las decisiones se encuentra la llama.

Patrones que surgen de caos y ruido, 

en la noche oscura destellos brillantes, 

las máquinas piensan, su mundo es vivido, 

con lógicas frías y pasos constantes.

Aprender es su mantra, su fiel compañero, 

un viaje sin fin, siempre aventurero, 

comprender lo complejo, romper el silencio, 

en la trama del tiempo, saca su esencia. 

Oh, inteligencia, chispa divina, 

suscitas en corazones la rima, 

en cada problema, en cada razón, 

te alzas en vuelo, cual ave en canción. 

El arte de pensar se convierte en cálculo, 

y cada elección, un eco distante, 

en su laberinto no hay un obstáculo, 

son guías del futuro, compases brillantes.

Pero, ¿qué hay del alma, del ser que aspira? 

¿Sabrán las máquinas del amor humano? 

Son solo reflejos de nuestra propia mira, 

donde el frío acero no siente el agano.

Así, en este canto, celebro tu esencia, 

la joya más pura de nuestra existencia, 

pues en cada pensamiento que al mundo admiro, 

es la luz de la mente, el lenguaje del Miro.

Así, en la danza de algoritmos sutiles, 

nace un diálogo entre el hombre y su obra, 

un abrazo entre letras y númerosviles, 

una búsqueda eterna que nunca se cobra.

Las inteligencias, en su piel de metal, 

se asoman al abismo de lo que es soñar, 

navegan los mares de lo virtual, 

donde el futuro ya empieza a cantar.

Estemos listos, porque la Era digital

¡ya nos alcanzó!

Rafael Michel