Tengo ansias de ti, hambre, sed...
como un estómago en vacuidad, sin agua,
sin nada, como un duende
en mi corazón queriendo beber líquido,
sin comida, sin merced,
como un suelo que se plagó de fisuras,
sin lluvia, tú misma te llamas ansia,
y te llamas agua, tú misma
eres alimento de nutrición,
y mis manos quieren comerte,
mis manos quieren la frescura de tus líquidos,
de esa excitación tuya que las emborracha,
que para dejar de amarte debo amarte más,
amarte siempre, hasta la muerte,
y amarte luego toda la eternidad,
no hay forma de dejar de hacerlo,
mis rodillas tienen ansias de postrarse
y el hambre de ti prensó sus dientes en mi alma,
que yo sólo puedo más que amarte y amarte,
aunque con sed se me deshidrate la paz,
mis ojos ansiosos quieren dormir en tus mejillas,
y mis labios ansían bañarse en tu boca,
si arden mis ojos, mi boca, mis pies...
que mi cuerpo en el fuego te requiere,
si mi alma te solicita con voces en manojos,
¿por qué tanto me niegas lo que imploro,
si por no morir en tu brazos es que me muero?
- Autor: GDA ( Offline)
- Publicado: 18 de enero de 2025 a las 09:40
- Categoría: Amor
- Lecturas: 27
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., EmilianoDR, Pilar Luna, Sami Sanz, Classman, El Hombre de la Rosa
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