Contra los dolores de adentro

Defendí a tantos alacranes en mi mente,

y me perdí en el abismo de los sueños.

Intenté, y muchas veces caí en el llanto,

mas recuerdo aquel letargo por quererme yo.

Recorrí lo más profundo de mi ser y mis palabras,

para al final sentirme deprimido por una lagaña.

Conocí a ese ser interno y, a su manera de ver,

y pude al fin parar de temer.

Ahora que vuelvo de frente

a los recuerdos de un corazón valiente,

lleno de desolación, sensible en los ramos,

como una triste flor con peste,

como un rayo de sol alrededor de una tierra sin vida silvestre.

Lloré más de mil veces por tonterías;

me daba cuenta de que eran cosas mías.

Recibí ayuda y el apoyo de personas cercanas

cuando mi corazón estaba triste y pensaba en un adiós.

Siempre fui sensible al pensar sobre el amor.

Ahora que vuelvo de frente

a los recuerdos de un corazón valiente,

lleno de desolación, sensible en los ramos,

como pájaro sin casa y nido,

como una luz de luna sin campo donde reflejar un poco de paz.

Pasé por latidos no sonrientes,

caí en mis sombras mil veces.

Descubrí de a poco cómo manejar ese dolor

y repasar una y otra vez sobre mi voz;

autodescubrimiento y silencio fue lo que me dió.

Ahora que vuelvo de frente

a los recuerdos de un corazón valiente,

lleno de desolación, sensible en los ramos,

como una triste flor con peste,

como un rayo de sol alrededor de una tierra sin vida silvestre,

como una persona que no pudo reconocer su interior.

Ahora que vuelvo de frente,

veo el atrás diferente,

abrazado a un amor que no dejará las puertas abiertas detrás,

que no terminará en un adiós.

Ahora que vuelvo de frente

a un latir diferente al fin,

espero no pasar por lo mismo,

pero igual sigo y estoy aquí,

preparado por ti,

sol de media mañana y medio amor,

preparado y listo por ti estoy.