Mas, en tu sombra, el eco del lamento,
persiste en mi memoria, aún latente,
y aunque el amor transforme cual ungüento,
la herida en mí sigue persistente.
que el viento, en su soplido, no se apiada,
de las memorias tristes, las fragancias,
y en medio de tu sombra, la jornada,
se torna en duelo, en largas danzas.
Mas hoy, en tu penumbra, el sufrimiento
se torna en un recuerdo del pasado,
y en paz me encuentro, al fin, reconciliado;
así, tu ser se vuelve un fuerte canto,
un árbol que, en su esencia, se haga eterno,
y el alma encuentre paz tras largo invierno.
- Autor: Javier Julián Enríquez ( Offline)
- Publicado: 19 de enero de 2025 a las 17:04
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 39
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Comentarios2
Javier, que hermoso te ha quedado tu soneto.
Es un privilegio leerlo.
Abrazos y gracias.
Muchas gracias, Elideth:
Mi más profundo agradecimiento por tomarte el tiempo de leer el poema.
Un cordial saludo y un abrazo afectuoso
Gracias a ti Javier.
que el viento, en su soplido, no se apiada,
de las memorias tristes, las fragancias,
y en medio de tu sombra, la jornada,
se torna en duelo, en largas danzas.
Me gusto mucho
Saludos poeta Javier Julián Enríquez
Muchas gracias, Salvador:
Mi más sincero agradecimiento por la lectura del poema.
Recibe un cordial saludo y afectuoso abrazo
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