UN ROCE INESPERADO

El amor se envuelve en detalles sutiles,

suspiros, risas, miradas gentiles,

como un pétalo suave en la brisa ligera,

hojas que vuelan en danza sincera.

Frágil como cristal, puede llegar a doler,

un roce inesperado, un quiebre al caer.

Son risas y lágrimas, un juego de sombras,

un fuego que arde, y siempre asombra.

Cuidemos el amor, que es jardín desbordado,

con manos pacientes y un abrazo callado.

Si lo hallamos radiante, como un sol al amanecer,

en los ojos del otro, la razón de querer.

Más, recordemos, que es un río fugaz,

como llega, se va, así, sin más.

Abramos los brazos, vivamos el ahora,

pues el amor es un instante que se evapora.

Así, en sus matices, en los gestos sencillos,

cultivemos la llama, cuidemos los destellos.

Que el amor nos abrace, siempre nuevo,

en cada detalle, en su amoroso juego.

Andrea  ©

20/01/2025