VICTORIA

Victoria, tu nombre es eco de conquistas silenciosas,
un reflejo de fuerza que nace en el alma.
Aunque el mundo a veces se vista de sombras,
tu luz transforma los retos en alas.

Tus almendrados ojos, abismos serenos,
guardan secretos que pocos revelan.
Y tu nariz respingada, audaz y altanera,
apunta al futuro, valiente, sin tregua.

Tu voz, como un canto que el tiempo detiene,
es melodía que siempre me alcanza.
Arquitecta no solo de sueños y espacios,
sino de momentos que dejan su marca.