Ya se fue el último de los grandes Saldaña.
Entre cables y suspiros,
Junto a máquinas familiares.
La voz de niña que lo llama, sin saber se despide
Y la mano con que la sostuvo tantas veces
Se desprende, se arranca.
Corazón cansado, alguna vez fiero,
Tu más grande batalla fue tu último aliento.
Quedan semillas, pedazos de tu carne,
Contornos de rostro, relieves de tu carácter
Las flores que sembraste
Cuidarán tu sueño, tus huesos, tu polvo
Que tus hijos rieguen tu sangre
Y florezca, en recuerdos, tu espíritu.
Enero, 2025
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Autor:
40 (
Offline)
- Publicado: 20 de enero de 2025 a las 21:49
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., EmilianoDR, Hugo Emilio Ocanto
Comentarios1
Lamento mucho la muerte de tu abuelo, poeta.
Hace inmenso tiempo que no nos comunicamos.
Tratemos de volver a reencontrarnos.
Espero tu visita, amigo.
Saludos.
Hugo Emilio.
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