“la chimenea escondida
entre enredaderas y arboles añejos
despide un aroma espeso
a hierro oxidado y oscuro,
gira un silencio en las escalas
de la mansión.
El maquillaje de la ciudad,
cambia las grietas de una oración,
¿Qué cambia en las casas?
¿Se puede borrar la piel de un habitante?
El eco de las cadenas
ha cambiado su idioma.
Los brazaletes oxidados duermen,
dibujan huellas en las muñecas,
del tiempo,
¿Se ha cambiado el dibujo de las manos?
¿Ha cambiado de forma y dueño?
No hay marcas, huellas de cadenas,
manchas en las manos.
Se crea un oasis en medio de la ciudad,
el cuerpo social agita sus alas,
tatuada la carne hasta los huesos.
La mirada, se nubla con el smog.
las ideas suben a un metro tren,
los rieles escapan de tus manos.
En la ciudad,
un hilo une los huesos,
un reloj detenido,
cuelga en los muros de papel.
- Autor: OscarCampos ( Offline)
- Publicado: 21 de enero de 2025 a las 07:00
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 2
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z.
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