No merezco la luz del día,
prefiero ocultarme en la lejanía.
Un monstruo que sufre, en soledad,
sin trono ni voz, solo ansiedad.
Bajo el cielo yo me pregunto:
¿Quién soy yo? ¿Por qué este rumbo?
La lluvia cae, fría y cruel,
mi alma débil pierde su miel.
¿Si me vieran, me entenderían,
o solos, al fin, me dejarían?
Pensamientos vienen, sin solución,
perdido en eterna introspección.
Jesús, bendice mi caminar,
quita esta carga, hazme avanzar.
Nubes oscuras cubren mi ser,
el gimnasio no logra mi alma tejer.
Seré el villano que quieren ver,
me elijo a mí, aunque duela creer.
Un refugio espero, pero al mirar,
todo es oscuro, no hay qué guiar.
Dios, un rayo dame de ti,
haz que florezca algo en mí.
Pero la lluvia moja mi fe,
y Jesús solo me observa, de pie.
El vapor del baño calma un poco,
mis sueños rotos me saben loco.
Durmiendo en el auto bajo la tormenta,
ahorro monedas, el dolor aumenta.
Recuerdos truenan como un tambor,
¡qué precio tan alto por algo de amor!
Oh, solo quiero volver a sentir
ser joven, libre, poder sonreír.
- Autor: Whoahn (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de enero de 2025 a las 08:33
- Comentario del autor sobre el poema: Creo que todos los que se dejan empiezan a ir al gym. Me pregunto qué habrán hecho los cavernícolas después de que se les rompiera el corazón? Lol
- Categoría: Triste
- Lecturas: 1
- Usuarios favoritos de este poema: Whoahn
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