Fragmentos

Marvin Ramirez

Desde el principio sentí que nuestra relación no duraría. Sin embargo, persistí, aferrándome a la esperanza. Ahora me queda un deseo inquietante: no es que no te haya amado, sino de no haberme perdido en el camino. Encarnaste mis deseos, pero perseguirlos me costó un precio que no estaba preparado para soportar.

 

Perderte destrozó algo más que mi corazón; fracturó mi esencia misma que creía en nuestra unión eterna. Ahora, navego por el arduo camino de la reconstrucción, luchando por mantener mi cordura y al mismo tiempo reconociendo que algunos fragmentos de mi antiguo yo están irremediablemente perdidos.

 

No guardo ningún resentimiento hacia ti por haberte ido; más bien, lamento mi prolongada espera por tu regreso. Si tan solo hubiera reconocido la inutilidad antes, tal vez podría haberme ahorrado la angustia adicional. Los ecos de tu presencia perduran, un recordatorio constante del amor que siento por ti y los sueños que alimente.

 

Cada día presenta un desafío mientras me esfuerzo por redescubrir mi identidad en medio de los restos de nuestro vínculo destrozado. El mundo parece un poco más sombrío y el futuro un poco menos seguro. Sin embargo, en medio de la desolación, persiste un destello de esperanza: la esperanza de que el tiempo sanará las heridas, que la alegría reavivará mi corazón y que saldré de esta terrible experiencia más fuerte y más sabio.

 

El camino hacia la recuperación es largo y tortuoso, pero me niego a sucumbir a la desesperación. Honraré el amor que te entregue atesorando los recuerdos y aprendiendo del dolor. Y a medida que reúna los fragmentos de mi yo destrozado, forjaré una nueva identidad, una que sea resiliente, segura de sí misma y capaz de abrazar el amor sin sacrificar su esencia.

Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.