Inclinado a mi pecho, respiro en mis ojos cerrados
Mi soledad ya no quiere ser sombra sin olfato,
halcón sin pluma o espasmo de jazmín pisado
Desnuda de cultura y vestimenta pide a mi Voz:
Fórjame un instante de viento frágil y poderoso
que siembre la noche luna en pétalos de Sakura
Mi soledad es rayo enhiesto y firme, abierta aurora
Más aún...
Mi soledad es un falo que hunde su hocico vivo
en mi humedal yin a oler su abisal silencio
Mi soledad es una gran vulva engullendo a tráquea
mi mundo yang batalla, para amasarlo de presencia
Aunque también...
Mi soledad me encuentra para resarcir mi herida
de niño en musarañas que quería vivir solo en sueños
Mi soledad soleándome el alma, esa raíz generosa
que alimenta la pequeñez de grandezas mundanas
Mi soledad tan confusa y mía, que poco a poco se aclara,
¡Quédate a mi vera, tatuada, cuando mis ojos de nuevo abra!
- Autor: tantraor (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de enero de 2025 a las 07:13
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 17
- Usuarios favoritos de este poema: Yajaira Vargas, La Bruja Irreverente, Cesca V., EmilianoDR, Mauro Enrique Lopez Z.
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