Me limpio la sangre con la que he estado
involucrado en cada asesinato en nombre
del amor que nunca muere, pero llegó la hora
de cambiar mi cuchillo y cortar otra piel limpia.
Las lágrimas quitan el hedor de la peste sangrienta,
aunque sigo oyendo su voz, ya no provoca tanto
impacto. Si ella usa su tacto, quizá sienta algo,
pero es momento de arrancar mi corazón y avanzar.
Amas una pintura donde solo hay un retrato mío,
pero con los colores desaparecidos y solo un blanco
que irradia un vacío sin paz, que aumenta la tensión
y eleva las ganas de arrancarse las venas y llorar.
Siempre he evitado forzar mi arte al límite,
pero no es momento para evitar alzarme en la cima.
Mis balas siempre dañarán una parte de ti, y lo sé;
no me importa pintar un bosque lleno de monstruos.
La lujuria ha sido mi pecado con honores y medallas de oro,
la violencia ha sido mi pincel que siempre mira cada ojo blanco.
El odio ha consumido mi corazón hasta volverlo licor en una copa de vino.
He tragado todo lo negativo para expiar más pecados de los que puedes imaginar.
No hay un fin para el que busca la muerte como inicio y no como final.
Mi arte no morirá, aun con mi muerte. Es momento de cambiar de cuchillo.
- Autor: Tephros (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de enero de 2025 a las 13:03
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: CARLOS ARMIJO R...✒️, Mauro Enrique Lopez Z., EmilianoDR
Comentarios1
MUY INTERESANTE ESCRITO...
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