Nunca te pasó que se te incrementa en el interior una furia que te ahoga y comenzas a sentir un encierro, aunque la casa sea enorme. Vos te ves apretado y queres salir, pero si salis, sabes que vas a ser juzgado. Y de la nada, vas a ver esa burbuja invisible llena de prejuicios y conclusiones que nada tienen que ver con lo que te está pasando. Pero igual las vas a ver, las vas a escuchar y te vas a asfixiar en tu propia perdición.
Entonces, te preguntas: "¿Si hubiese hecho esto, qué habría pasado? ¿Y si hubiera hecho lo otro?" Y la nostalgia que trae consigo la música que escuchas, cuando nadie más que esa persona que elegiste escucha, escondidos detrás de un paredón en un patio oscuro bajo las estrellas, te hace dudar si quieres volver, si extrañas eso.
Pero también te pones a pensar a qué pensamientos te lleva esa misma nostalgia, sentado en el paredón. Y cuando te acuerdas, lo deseas mucho, empiezas a ver claro y lo quieres más que nada. Sin embargo, está lejos, nadando en lo imposible.
Entonces, otra vez se te cierra el pecho y otra vez queres llorar, esconderte, soltar todo eso que de verdad sentís, sin importar lo que dirán. Porque no puedes más, es tan fuerte y cada vez más que sabes que estás a punto de perder el control. Y cuando eso pase, no va a haber vuelta atrás, porque tu corazón y tu mente concuerdan y van juntos al hecho.
No sé vos, pero para mí, eso es morir feliz.
- Autor: Anne Black (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de enero de 2025 a las 00:44
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 18
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, El Hombre de la Rosa, Mauro Enrique Lopez Z., EmilianoDR
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