Karen Carpenter

Alfredo Daniel Lopez



 

 

Karen Carpenter
-Redondillas-

 

Emociones que engañaron
al corazón y a la mente,
se ve ante el espejo y siente
que su silueta robaron.

Pero le miente el espejo
en los huesos ya se encuentra, 
la delgadez se le adentra
deformando su reflejo. 

Todos sufren y más ella, 
nada le parece lógico;
le dice su yo biológico
"eres gorda no doncella". 

Cantaba como las musas. 
Tocaba la batería. 
Día a día resistía
al engaño de sus blusas. 

De pequeña niña uraña. 
De su hermano va a la sombra.
Su nombre poco se nombra... 
Y la pena le acompaña. 

Un padre controlador,
una madre dominante;
hicieron que en la cantante
brotara un raro temor. 

Los padres se equivocaron
o tal vez la sociedad 
la que no tiene piedad
con quienes solos se aislaron.

En pleno auge de la guerra
ellos derrochan frescura, 
de los dos uno figura
mientras la otra se soterra.

Con grabaciones eternas
y un Richard perfeccionista, 
se embarcan en su conquista
con música postmoderna.

En medio la guerra abate
la sociedad de América, 
y la juventud colérica
entra en profundo debate;

"Haga el amor no lo guerra"
es el eslogan más fuerte. 
Le siguen días sin suerte
y la esperanza se entierra.

Los años setenta fueron
años de la guerra fría, 
la gente no sonreía
... en Vietnam mucho murieron.

Esa anorexia nerviosa
que sufría de muchacha, 
la había vuelto una hilacha
cuando empezó a ser famosa. 

Su enemigo no era el padre, 
ni el público o el hermano, 
más de uno le dio la mano
sin que para ella algo cuadre. 

Muy temprano se la lleva
la tan temida 'pelona'
quien ni la ansiedad perdona
y nada hay que la conmueva.

A quien le pido hoy cuenta
si murió por no comer, 
ella sólo quería ser
una chica Cenicienta. 

Sus canciones se ampararon
en su melódica voz, 
la de una chica precoz
a quien jamás arroparon. 

Sólo nos queda el consuelo
de sus canciones eternas, 
que se escuchan en tabernas
mientras brindamos al cielo. 

 


Alfredo Daniel Lopez 
El guardian del centeno

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Comentarios +

Comentarios5

  • Tommy Duque

    Bello homenaje a una lamentable pérdida.
    Gracias hermano por compartir tu trabajo. ✌️

    • Alfredo Daniel Lopez

      Buenos días Tommy, me parece que este fue el primer caso de anorexia nerviosa conocido o difundido en los EEUU, lo digo porque se trató de una figura relevante de la vida pública en los años 70'. Hoy es una enfermedad que castiga a cientos de miles de jóvenes en todo el mundo.
      La muerte de Karen Carpenter nos dejó un vacío con una voz difícil de repetir.


      Un abrazo fuerte compañero de letras

    • Lualpri

      Buenas y tristes letras , Alfredo.

      Gracias.

      Un abrazo.

      • Alfredo Daniel Lopez

        Así es Luís. Fue triste la vida de Karen Carpenter, quien tuvo de todo y a la vez lo tuvo nada.
        La anorexia nerviosa por entonces era una enfermedad desconocida... ¿Quién pensaba que alguien moriría por no comer cuando tenía todo lo que deseaba comer? Los cánones de la belleza y la esbelta silueta le jugaron una mala pasada a esta hermosa mujer... A veces la vida es muy jodida.

        Un abrazo fuerte hermano y compañero de letras.

        • Lualpri

          Otro.
          Buen finde!

        • ElidethAbreu

          Gracias Alfredo por traer a esa dama de hermosa voz.
          Abrazos.

          • Alfredo Daniel Lopez

            Gracias a ti Eli por leer estos versos.
            La canción que se adjunta al texto, es para mí la más bonita y la que más me llega al corazón de todas las interpretaciones de Karen Carpenter.

            Un beso y una flor

          • EmilianoDR

            Gracias por tocar el tema de la anorexia en tus versos.
            Es un mal terrible.
            Saludos cordiales poeta Alfredo.

            • Alfredo Daniel Lopez

              Muchas gracias Emiliano por la referencia a la anorexia como un mal crual que ataca a la juventud, ese era el mensaje principal de esta narracion en rima y verso.

              Un abrazo fuerte compañero y gracias por leer estos versos.

            • Freddy Kalvo

              Me he transportado en el tiempo escuchando esa bella melodía y leyendo tus versos mi estimado Alfredo. Gracias por ese regalo, gracias por esa loa a una cantante con voz angelical...

              Un abrazo fraterno.



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