Me llegó la vejez

*Me llegó la vejez*
Poema de *Joreman*
Acaso la belleza de la vejez asusta como sombras en las noches oscuras tenebrosas?
Y las arrugas se escurren como neblina debajo de los linteles  de chiriridos  silenciosos?
Acaso los cabellos de plata atraen del rostro de esas miradas de ojos gachos, saltonas y curiosas?
Y el tiempo se detiene manteniéndo la lozanía y el verdor de la vida maravillosa
La vida va y viene y pasa para todos y deja sus aromas y sus fragancias amorosas
Es como ver transcurrir del riachuelo sus aguas transparentes y preciosas
Llegan los veranos de la vida y se van secando aquellas fuerzas del alma cariñosa
La vejez también es vida, es belleza, es paz, es calma y también lleva heridas dolorosas
Tiene su luz, sus estrellas, su resplandor y también el color de las mariposas vigorosas
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Acaso temes algún día envejecer y dejar de trabajar, gozar y correr?
La vejez es desprenderse de la máscara y poder y algún día entender y comprender 
La vida en sí, es un privilegio, es exclusiva y única y algún día va a desaparecer
Conocer, ganar y perder y a la vez con el corazón poder entender
Es duro reconocerla, como se extingue la sed con el agua al beber
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La vejez no tiene tope de edad, ni necesita de aplausos, ni alabanzas
Sólo entrega legados, consejos, recuerdos, dones y enseñanzas
No mirar atrás, ni a los costados, ni pensar en lo lento de las tardanzas
No necesita derramar lágrimas, por lo vivido, ni hacer de la vida sus balanzas
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La vejez también se mueve lento, con pasos seguros en sus movimientos
Verla de cerca es una obra de arte, que llena el alma de amor y sentimientos
Es un libro abierto de experiencias, de libertad, de amor, de paz y conocimientos
Sí un día se cierra en la soledad, se llena de lágrimas, de llantos y sufrimientos
La vejez también genera alegrías y satisfacciones, así el camino haya sido florecido o polvoriento
Llegar a la vejez es un privilegio, es un regalo de Dios a la vida hermosa con la bendición de sus agradecimientos
Deja cicatrices, sacrificios, deja huellas, lágrimas, angustias, temores y otros descubrimientos
También deja amores y recuerdos de pasiones en la intimidad de las habitaciones y otros tristes y lánguidos aposentos
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Hay que tomar la vejez con valentía, con inteligencia y con el palpitar de los corazones
Sin miedo, sin fantasmas, sin temores, sin nostalgia, sin tristezas por sentir las nuevas sensaciones
Sin reclamos, sin soberbias, sin odios, sin tristezas, sólo dejar que el alma se llene de razones
Deja vivir la vejez, disfrutar de sus sonrisas solitarias, de sus anécdotas y de sus gratas conversaciones
Si abres el corazón a la vejez, los días finales serán más felices, escuchándo melodías y alegres canciones
Deje que el jardín florecido siga esparciendo sus perfumes y fragancias y alegre con sonrisas de felicidad, cuándo la vejez encorvada con sus calvicies, con sus arrugas, se asome radiante a los balcones.
*Joreman*
*Jorge Enrique Mantilla*
Bucaramanga enero 24-25