En mi jardín esmeralda
los pájaros se enjaezan,
los blancos las alas blancas,
los negros las alas negras,
las flores beben el agua,
cuando las lluvias regresan
de la nube hasta mi casa,
desde mi casa a la aldea.
Las luces de la mañana
bailan en las madreselvas
y donde aflora la albahaca
hacia el fondo de la huerta,
alza el vuelo la torcaza,
hace su danza la abeja
y el río besa la playa
dorada de sus riberas.
Entornada la ventana
y la cortina entreabierta,
cuando va llegando el alba
hay algo que me desvela,
serán los ojos del alma
que con la brisa serena,
descubren la eterna alianza
de vida y naturaleza.
Como el vino que me embriaga,
me embriaga ver la belleza
de la flor de la naranja,
de la hermosa adormidera
y el festejo de la pampa
por la prístina acuarela,
del paso de las aldeanas
con sus galas domingueras.
ANTIGONI
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Autor:
ANTIGONI (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 24 de enero de 2025 a las 22:20
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: ElidethAbreu, JAGC, EmilianoDR, Mauro Enrique Lopez Z.
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