TRASLÚCIDO CORPIÑO.
Dicen los poetas que hay flores y hay mujeres; pero, tú en mí, inquietas hacer métrica en mis letras, porque haces en mí, postura de poeta.
Tú viertes vinos en mis letras, y lo emborrachas. Mientras yo delirio con proeza a las flores, y te comparo en vano, porque rebasas sus deidades.
Tu traslúcido corpiño me traslada a los imperios de los deseos y vago en ellos y amo.
Me torturas púrpura de mar, letra seductora, templo de jadeo; me haces viento, escriba, poeta y mendigo, ¡mujer!
Eres pronóstico de los náufragos de tus labios, de los que invocan y desean dormirse en tus parpados.
Duermes como propuesta de los caballeros nocturnos, de los bohemios, de los literarios en causa, ¡mujer!
Dicen los poetas, que hay flores y hay mujeres, y ambos casos son cultivos de poesía; pero, tú en mí, inquietas hacer métrica en mis letras, porque haces en mí, postura de poeta.
“No es tributo que pido de ti, mujer. Pido extinguirme en ti y en tus más grandes anhelos que tu cuerpo puede pedir”
- Autor: Will (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de enero de 2025 a las 09:16
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 13
- Usuarios favoritos de este poema: rosi12, CARLOS ARMIJO R...✒️, EmilianoDR
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