Dame y yo te doy.

Keiry Diaz

Deja que luminosidad del dia penetren nuestra piel, y que tus manos se compaginen con mi ingle para que estas vayan a un mismo ritmo, dejando con hambre mi deseo y que solo quede la sed insaciable de tu boca esperando el atardecer para saborear el increible nectar del velo de los sentidos y apasiguar mi ímpetu voraz que pertinaz pide que tus garras sobrepasen mi epidermis y que a la postre de todo solo matices cicatrizadas.

Ver métrica de este poema
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.