Retrato

Como podría olvidar tu nombre,

si las historias vividas son memorables,

inherente de nosotros y nuestra mitología,

caminamos juntos por esta tierra,

siguiendo senderos,

creando caminos,

surcamos los vientos en naves de colores,

dejándonos llevar hasta las nubes en el cielo.

Pensar en ti,

en tus aventuras y como atravesabas los mares,

los botes de papel,

cuando te daba frio,

te sumergías y el mar se transformaba en tu hogar,

brindándote abrigo y seguridad,

tus sueños no eran de esta realidad.

Me contabas de tus recorridos,

por las calles y edificios de la ciudad,

los transformabas en un bosque,

del cual debías escapar,

veías demonios,

a los cuales no podías tocar,

huías por las calles de la ciudad,

sin mirar atrás,

dejando tus miedos lejos de ti.

Tus experiencias,

que no eran diferentes a la de otros,

las cuentas con mucha naturalidad,

eran anécdotas,

las mejores vivencias de tu realidad,

la mística,

tu verdad,

sin ser un ejemplo,

cada historia contenía,

un misterioso final,

el circuito de tu vida,

un recorrido si un paradero final,

solo avanzas sin mirar atrás.

El final del camino pronto llegará,

los sueños,

algunos truncados,

otros realizados,

muchos olvidados;

los vaivenes de este andar zigzagueante y abismal,

no siempre te llevan a un mismo lugar.

Como llegar al final del recorrido,

sin poder recordar tu nombre,

con quien tantas historias logramos pasar.

tantos viajes, historias y recuerdos,

que no se deben olvidar.

¿A quién se le cuentan esas historias?

si todos quieren su propio sitial.

Como olvidar tu nombre,

si eres quién,

con sus travesuras, alegría, imaginación y picardía,

la vida nos vio pasar;

no olvidaré tu nombre,

porque en mis sueños te reconozco,

y hoy me di cuenta,

que el de mis sueños y el de ese nombre,

soy yo.