Entre risas y zanahorias hubo complicidad abrumadora.
Miradas tiernas envueltas en mi ropa.
Caricias cálidas me rompieron la piel.
Efímera auténtica confianza bajo sábanas y almohadas.
Agua dulce refrescante con sabor a miel.
Pero no bebí. No me hizo falta beber.
Con saber que había agua pude calmar mi sed.
Dormí con la mente en calma y junto a la calma desperté.
No hubo beso ni pecado, pero de todas formas pequé.
Vida nueva. Viejo sabio.
Amar en el delirio de un naufragio.
- Autor: Áspero ( Offline)
- Publicado: 30 de enero de 2025 a las 20:36
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 22
- Usuarios favoritos de este poema: CARLOS ARMIJO R...✒️, Dr. Salvador Santoyo Sánchez, EmilianoDR
Comentarios1
Quiero entender que no sucumbiste a la tentación? o, sí ?
Saludos poeta ÁSPERO
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.