Tuvo miedo de abrir el cajón y coger la pistola
tuvo miedo de salir al balcón y mirar hacia abajo
tenía que espantar a sus pensamientos
¡Malditas pastillas!
Sólo podía gritar,
dejar de repetirse a si mismo
lo inútil que es
lo tonto que es,
había perdido su autoestima.
¡Malditas pastillas!
Tampoco podía relajarse con el alcohol
porque se ponía más violento.
No sabía ya que hacer con su vida
( si lo que le pasaba era llamarse vida).
Recorria la casa nervioso,
no podía sentarse,
no podía relajarse.
¡Malditas pastillas!
Ya no podía llamar a sus amigos
ni a su familia porque los había perdido.
Hasta que un día, armándose de valor,
abrió una ventana y se lanzó al vacío.
-
Autor:
bailandosolo (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 31 de enero de 2025 a las 08:54
- Categoría: Triste
- Lecturas: 20
- Usuarios favoritos de este poema: La Bruja Irreverente, CARLOS ARMIJO R...✒️, EmilianoDR, Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios1
Directo, crudo, desgarrador y sin anestesia. Logras transmitir la angustia del protagonista con un ritmo que se acelera conforme avanza la desesperación. La repetición de ¡Malditas pastillas! Funciona bien como un latigazo contra la piel de la propia rabia y el final es tan abrupto como inevitable dentro del contexto.
Al final del día, el mundo no se detiene por nadie, si se salta o no ya es otro cuento.
Pero si quieres exprimirle hasta la última gota de dramatismo,
Unas pausas bien puestas harían que cada golpe duela más.
La Bruja Irreverente.
Muchisimas gracias por tus comentarios.
Tendré en cuenta las pausas.
Abrazos
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.