Soy feliz, tan feliz,
que tengo ganas de gritárselo al mundo…
Hey, ¡Margarita!
Regálame tu aroma
para perfumar mi aislado reposo…
Hey, ¡Priscila!
Firmé un contrato,
hice un pacto…
Ya no más malabares
con cristales, solo con corazones…
Hey, ¡Margarita!
Ya no pasaré hambre,
ni frío nunca más…
Él me regalará un pedazo de cielo
debajo de las tumbas, de áspera azufre y ácidos parásitos…
Hey, ¡Vanessa!
Piruetas nuevas innovaré,
y magia negra, llena de risas, contagiaré, tras azotes de bondad…
Mi soledad terminará, porque de varios "ángeles" me rodearé…
Mamá… mamita…
Ya no tendrás que trabajar más;
de este hospital saldrás;
un ser noble y generoso se apiadó de mi sufrir…
Mas para concretarlo, debo irme lejos de aquí…
Escupirán mis acciones,
y se olvidarán de todo lo bueno que hice…
En fin… la vida es muy corta…
Disfrútala, mamá, te veo… del otro lado...
Derechos Reservados en Proceso.
- Autor: Marco Montana (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de febrero de 2025 a las 00:41
- Comentario del autor sobre el poema: Mis estimados poetas, se los dejo a su interpretación; pero el que le dio la oportunidad a Baraso no es más ni menos que… Saludos y abrazos. Espero que sea de su agrado
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1
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