Entre el Alba y el Ocaso

Camina la vida por sendas doradas,

susurros del viento la llevan en calma,

y en cada latido que el tiempo resguarda,

renace un suspiro, florece una lágrima.

Los cielos despliegan su azul infinito,

testigos callados de amores y guerras,

las nubes transitan con paso bendito,

trazando en su sombra memorias eternas.

El alba despierta con manos de fuego,

con besos de oro que cubren la tierra,

y el río, en su lecho de rocas y sueños,

lleva entre espuma lo que el día deja.

Las hojas danzan al son de la brisa,

se rinden al paso de otoños lejanos,

y el bosque susurra, con voz ya dormida,

el eco olvidado de tiempos humanos.

Mas llega el ocaso con manto de plata,

con suaves caricias de ocres y estrellas,

y en su despedida, con luz apagada,

regala al silencio su última huella.