Elevándote hacia la aurora estas, con enormes alas doradas y radiantes como el sol, alumbras el camino de nuestras almas, algo tan puro y divino
Como Icaro vas, sobre el cielo estas, el alma se regocija al contemplar tu magnificencia, llevas contigo las esperanzas de tu pueblo, ¿Podrás acaso defraudarnos?
Con grandeza empuñas tu plateada espada, desafiando al esplendoroso sol, con fuerza vas contra las imponentes llamaradas del bramado fuego
Pero ya cargas el peso del ego sobre ti, alabando estamos, creyendo en ti, cegados por tu esplendorosa luz
Bajo tus alas estamos, acogidos y congregados bajo el mismo cielo
La luz que emanas nos da calor, pero temor, adorándote estamos, en salvación creemos, porque tu eres el eterno, cual luz de centella
Ciegamente, por el camino dorado vamos, rodeados del calor que nos das, preparados estamos ya, para verte brillar una vez más.
Pero cual Icaro, victorioso y arrogante te acercaste al fuego, y con templanza intentaste domarlo, cual desgraciado ha de ser nuestro destino, entrelazados estamos, y junto a ti, cayendo, nos encontramos
Las sombras ciernen el paisaje, la luz perpetua, deja de brillar, el fuego, deja de calentar
Todo lo que fue alguna vez bello, hoy se tiñe de negro, porque sin ti ya estamos, y en el infierno nos encontramos, porque ya no hay nadie que nos salve ya
Solo quedara en nuestra memoria, la luz que un día nos brindaste
sin rayo de sol
ni luz de luna
la oscuridad nos tiñe de su palpitante delirio
el cielo se cierra ya, para dar por sellado, nuestro cruel destino
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Autor:
Ezra Dorian (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 1 de febrero de 2025 a las 11:11
- Categoría: Fantástico
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., EmilianoDR
Comentarios1
La kriptonita del héroe, es alcanzar demasiado poder .
👍
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