No hay miedo frente a la blancura de la hoja
sino deseo de manchar y profanarme en vísceras,
esas otras vísceras que cuelgan por mis retinas y desde las que contemplo
el futuro tan incierto como previsible
Siete días como siete docenas de palomas malolientes batiendo sus plumas,
arañando sus alas grises y rotas de mugre unas contra otras
mientras un cielo de piedra se desdibuja por entre el alambre opresivo
con el que enjaulo mi pena a este palomar herido
Mis pensamientos como pulgas arbitrarias me escuecen como las rojeces
de mi piel seca y desencajada, repleta de sed de vanidosas glorias
¿A dónde fue la risa que me avienta, que me inflama
el Éxtasis con que se alimenta mi alma?
Pero si mi cuerpo está aun muy sano a pesar de la verde tos
de escupitajos densos llenos de fiebre y llantos
¿Qué es lo que me turba y me congela?
La enfermedad asomando alas de decrepitud me resulta una condena
Necesito de toda mi fuerza para emergerme nuevamente
Sangre que se brota roja contra mis venas y célula a célula me muerde:
¡Despierta a este zombi de sus lamentos y quejas!
Arrinconado por esta pertenencia a lo humano
que significa a la vez salvación y hostigamiento
me sacudo el lomo como perro mojado
desde la cabeza hasta el rabo así tratando de arrancarme el peso
del deber húmedo y espeso,
alquitranado,
de mi universo de deuda moral repleto
Nuevamente cánido o felino
¡Dignidad, dignidad y luz!
Vibración y música, aullido de lobo a la luna
Masticar y lamer la herida con gula,
con salvaje gesto entre ladridos funestos
Sí, trotar sobre la nieve mirando los troncos puros, densos,
junto a cada hueco podrido y sin verdes, fuentes de arroyos helados,
Corre lobo, corre a sacarme aún con vida
de esta estrecha prisión, telaraña grotesca, que en mi pecho anida
Solo quiero aullar esta noche contigo luna blanca,
solemne y huérfana de mar,
y como en los largos orgasmos febriles
llorar a dentelladas y a cintura toda mi estrechez
aun no florecida a besos de amante ebrio
Solo quiero fornicar contigo viento azabache
que te aprietas contra las hojas y los tallos
lamiendo gotitas de escarcha y polen
que tiritan entre las flores de la mañana
Solo quiero volver a reír y mudar a sierpe
esta piel seca de tos y rancia espera
Espera a que tus gotas, Alma, caigan de nuevo sobre
mis mejillas y canten su llanto carcajeante
Reír y reír en éxtasis hasta deternillarme
Y salir de esta miserable cárcel en que muero impaciente
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Autor:
tantraor (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 1 de febrero de 2025 a las 19:16
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 19
- Usuarios favoritos de este poema: ElidethAbreu, pasaba, EmilianoDR
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