Mente

Me arrastro entre voces,

unas susurran paz, otras gritan guerra.

El susurro de una herida olvidada,

un laberinto en la mente que nunca se calma.

A veces mis días son fragmentos perdidos,

como trozos de un rompecabezas que no encajan.

Miles de sueños se encuentran podridos,

olvidados como si nunca hubieran valido nada.

Aunque parezca que algo haya cambiado,

dentro de mi existe la misma pregunta

¿A caso todo esto me lo he inventado

o realmente existe este mundo que mi mente proyecta?

Siento como si tuviera un tumor maligno

que hace metástasis por todo mi cuerpo.

Es como un muro hecho de cemento

demasiado pesado para mis cimientos.

Cientos de cuchillos clavados en mi cerebro

rayan es muro inmenso esperando poder vencerlo.

Pero lo único que han conseguido es novelar

"Demasiada metástasis para poder ganar".

A veces lo único en lo que pienso es en dejar de respirar,

que mi alma escape de este cuerpo mugriento.

Pero luego me digo que no servirá de nada escapar, 

porque lo que tengo que curar es mi alma no mi cuerpo.

Si mi cuerpo muere se que no encontraré la paz,

porque mi alma seguirá rota en miles de pedazos.

¿Y si es imposible recomponerla por haber perdido algunas piezas?

¿Es mi destino reponer los huecos con pegamento?

No dejo de buscar alguna explicación para todo esto.

Hay una vocecilla que me dice que esto es un simple sueño, más nunca despierto.

¿Se puede arreglar un alma diciendo "lo siento"?

¿Se puede evitar el Armagedón?

¿Y si al intentar repararla la rompo más?

¿Y si todo lo que me queda de ella es una estela fugaz?

¿Habrá valido la pena intentar no llorar

mientras intentaba averiguar como sanar?

Siento ese nudo en la garganta que no me deja hablar,

esa barrera que soy incapaz de cruzar.

¿Cómo le venzo a una mente que desea la muerte inminente?

Solo me queda no mirar atrás.

Este dolor se me hace tan insoportable que no lo sé sobrellevar.

Todos me dices: "estás mejorando", pero no saben lo que tengo que aguantar.

Lo que tengo que hacer para no volver a caer

en este maldito mundo de desesperanza y timidez.

Lo que me cuesta sonreír cuando estoy pensando en morir.

Lo que supone luchar cuando ya ni quieres ganar.

Todo esto no lo hago por mí, ¿o puede que si?

En el fondo es puro egoísmo, el ser humano es así.

¿Y si decido caer y no levantarme? ¿Y si decido hundirme?

Cavar y cavar, hasta hacerme heridas de luz, fundiéndome con la tierra.

Mirar mis manos llenas de cicatrices y decir:

"De mi crecerán unas hermosas flores que serán eternas".

Quizá no levantarme sanará mi alma partida.

Quizá revolcarme en el fango de mi desdicha rellenará los huecos que me faltan.

Haciendo que toda esta tristeza y este dolor se conviertan

en algo que quizá pueda ayudar a los que les es difícil soñar.