Tinaquito era un personaje bien conocido en su pueblo. Desde que incursionó en la política, su nombre se convirtió en sinónimo de poder, astucia y, sobre todo, fraude electoral. Durante años, logró mantenerse en el cargo comprando votos, manipulando urnas y aprovechándose de la ingenuidad de los ciudadanos. Para él, las elecciones no eran más que un trámite que siempre terminaba a su favor.
Cada periodo electoral, sus operadores recorrían las calles repartiendo bolsas de comida, dinero en efectivo y promesas vacías. El día de la votación, sus seguidores se encargaban de alterar los padrones, duplicar identidades y, en ocasiones, amedrentar a los opositores. Con estas artimañas, Tinaquito nunca perdió una elección, y su influencia creció hasta volverse inquebrantable.
Pero el poder absoluto rara vez es eterno. Un grupo de jóvenes del pueblo, hartos de la corrupción y la impunidad, decidieron seguirle el rastro. Durante meses, grabaron testimonios, reunieron pruebas y expusieron el modus operandi del político. Con la ayuda de la tecnología y las redes sociales, lograron que su denuncia llegara a instancias superiores.
El día de las elecciones, el fraude ya no pasó desapercibido. Organismos internacionales y fiscales supervisaron cada mesa de votación. Los intentos de manipulación fueron evidentes y, esta vez, documentados. Tinaquito, acostumbrado a la impunidad, no pudo contener su ira cuando vio que los resultados no le favorecían. Intentó desacreditar la elección, pero el pueblo, cansado de sus engaños, se unió para exigir justicia.
Finalmente, fue destituido, procesado por corrupción electoral y condenado a prisión. Su historia se convirtió en una advertencia para aquellos que pretendieran tomar el mismo camino. Mientras tanto, el pueblo celebraba su primera elección limpia en décadas, con la esperanza de un futuro donde la voluntad popular fuera respetada.
JUSTO ALDÚ
Panameño
Derechos Reservados / febrero 2025
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Autor:
JUSTO ALDÚ (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 3 de febrero de 2025 a las 08:06
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 27
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Comentarios3
Dios nos libre de los Tinaquitos. Buen relato.
Dios nos libre,
Saludos
En Venezuela tenemos al papá de Tinaquito,pero ya fue derrotado y con pruebas y hoy la lucha es por sacar a un usurpador del poder.un fraternal abrazo.
Si, lo sé. Sigan en la lucha y ojalá logren el triunfo.
Saludos
Gracias a Tinaquito y al poeta Ardu por reconocerlo.
Saludos cordiales.
Justo a lo justo. Latinoamérica entera saben que hubo fraude. Saludos
Genial tu linda prosa literaria estimado poeta y amigo Justo Aldú
El Hombre de la Rosa
Muchas gracias por tu visita y comentario Críspulo.
Saludos
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