¿VALEN LA PENA ESTE TUMULTO DE LETRAS?

Que belleza de aquel poema, que al leerlo parecería que tomamos un trago de tequila. Así como el aguardiente entra en nuestro pecho y sentimos que unos gatos arañan el pecho, queriendo salir, así salen las confesiones, las añoranzas, las impotencias de un amor que puede ser, que pudo ser y que como pez fuera del agua, quiere respirar, salir, sobrevivir.

Hay acontecimientos en la vida, que parecen un coctel existencialista. Como si en un mismo trago nos bebiéramos a Nietzsche, Kafka y Camus, queriendo suavizar nuestras culpas con algún tango de Gardel, pero el desorden del corazón sigue ahí y salta como tecla en nuestra pantalla, cada vez que aparecen esas letras directas, narrando un amor imposible.

En la resaca de la bacanal de sentimientos, la tormentosa interrogante de ¿cuándo es la hora de sacar ese amor escondido, que ha estado colgando del árbol de la vida? y ya es hora de que abandone el árbol y caiga en la frescura de unas letras nuevas y sabanas con olor   violeta. La noche grita tu nombre, bebo tus letras y espero tu valentía de iniciar.

¿Hay un tiempo para el amor?, ¿Cómo saber cuándo algo inicia?, Muchos dicen que sí, que se sienten mariposas en el estómago, que uno vuelve a los diecisiete como violeta Parra ... Que el dinero y el amor no se puede ocultar… ¿Entonces?, dime tu, en que carpeta olvidada del corazón guardas mis letras, como apagas tus ojos y escondes este amor.

¿Será cierto lo que dicen?, que debo dejar de correr tras de ti, que mis letras no tienen que estar bajo la sombra de tu luz, que Tú tienes tu propio farol y que todo lo que dicen del amor, lo vives cada tarde en la rutina de unas notas que vienes cantando desde hace algunos abriles, pero mi amor olímpico tiene condición y no se cansa de correr y ganara esta carrera. La ganare contigo.

LENNOX

EL QUETZAL EN VUELO