Emperador sin hogar

Whoahn

 

Soy un emperador sin hogar,

no busco oro ni quiero mandar.

La Tierra es mi palacio, el cielo mi balcón,

las estrellas me susurran: "tú tienes la razón."

 

Mi corona es el sol, mi capa, su calor,

el trono es mi carro, el caballo, mi motor.

Cada acelerón me aleja del ayer,

el viento me empuja, me llena de fe.

 

En la luz amarilla, la vida se estira,

día tras día, mi alma respira.

Pendiente como un teniente, firme y consciente,

en la luz roja reconozco que ahora soy independiente.

 

Las bocinas suenan, de esquina a esquina,

la luz cambia a verde, la carretera se extiende,

mi alma asciende, mi fe no se vende,

mi destino se enciende,

el futuro no se entiende.

 

Ver métrica de este poema
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.