No sé, por qué razón,
las aguas de los ríos,
se funden con el mar
igual que en un suspiro.
Tampoco se me alcanza
saber el por qué vivo,
y algunas veces lloro
y en otras me sonrío.
Son nubes en el alma,
tormentas y entresijos,
que nacen y prosperan
al par de los latidos.
Venimos a este mundo
el día en que nacimos,
y luego va creciendo
el cuerpo y los sentidos.
Venimos con un alma,
nos dicen, desde niños,
que busca en todas partes
la meta y el principio.
Vagamos por el mundo
detrás del infinito,
a veces, olvidando
el hoy en que vivimos.
Por eso las preguntas
resuenan como gritos,
que piden las conciencias
de pobres y de ricos.
Preguntas a la vida,
también a los amigos,
a padres y familias,
incluso a los vencidos.
Silencio en las respuestas
que llegan al oído,
no hay pasos en el eco
que ofrecen los caminos.
Por eso las preguntas
se ahogan con el grito,
que lanzas a los cielos:
"¿Por qué, Dios mío, vivo...?"
Rafael Sánchez Ortega ©
01/02/25
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Autor:
Pyck05 (
Offline)
- Publicado: 5 de febrero de 2025 a las 04:37
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 18
- Usuarios favoritos de este poema: Texi, Mauro Enrique Lopez Z., Francisco Javier G. Aguado 😉, Josué Gutiérrez Jaldin, MISHA lg, ewka0034, Alexandra l, EmilianoDR
Comentarios2
interesantes cuestionamientos poeta
mas si los resumimos en la palabra vida
se acortan
vivir es un hermoso viaje....
bellas letras
gracias por compartir
Venimos a este mundo
el día en que nacimos,
y luego va creciendo
el cuerpo y los sentidos.
Venimos con un alma,
nos dicen, desde niños,
que busca en todas partes
la meta y el principio.
besos besos
MISHA
lg
Gracias a ti, Misha.
Abrazo.
Venimos con un alma,
nos dicen, desde niños,
que busca en todas partes
la meta y el principio.
Que limpia traemos el alma y luego se contamina al paso por las negras nubes de la vida.
Gracias poeta y mis abrazos.
Gracias por tus palabras Elideth.
Un abrazo.
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