33 testimonios que certifican que la fe mueve montañas.
Que suenen las campanas del mundo y se sienta la fuerza de la fe de la humanidad, por los 33 hermanos mineros chilenos, atrapados a 700 metros de profundidad, tras el derrumbe ocurrido en la mina de oro y cobre, ubicada en San José, Atakama, el 5 de agosto de 2010.
Ante la tragedia que conmueve al mundo, el socorrista Manuel González, desciende, días después, a sus entrañas para coordinar el rescate de los mineros, con el irrestricto apoyo del Presidente de Chile, Sebastian Piñera, instituciones, movimientos de derechos humanos y de la sociedad chilena en general.
En un contexto de arduos operativos y tensos días, advino el milagro, el rescate de todos los mineros, el 13 de octubre, luego de 69 días en tinieblas, cubriéndose de gloria todos los que con fervor y denodado esfuerzo, estuvieron en los anales de esta dramática historia, bajo el ímpetu de la resiliencia bendita, incluyendo los propios mineros que con cinceles de esperanza y temple aurífero esculpieron su obra, la vida, que les permitió transitar sendas en pos de la libertad, la luz y el reencuentro familiar, en medio de la oscuridad, la que nunca mermó la certeza y las ganas de mirar de nuevo el sol
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Autor:
Rafael Parra Barrios (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 6 de febrero de 2025 a las 15:08
- Comentario del autor sobre el poema: Escrito en San Felipe, agosto de 2010, en pleno desarrollo del funesto suceso.
- Categoría: fecha-especial
- Lecturas: 19
- Usuarios favoritos de este poema: Rafael Parra Barrios, Mauro Enrique Lopez Z., Scarlett-Oru, alicia perez hernandez, EmilianoDR, Hugo Emilio Ocanto
Comentarios1
Una fecha muy especial.
Un recordado suceso universal.
Un suceso difícil de olvidar.
Dios ha estado presente.
Gracias nuevamente por compartir tan buenos sentir en tus letras, poeta.
Fraterno abrazo.
Hugo Emilio.
Amigo y poeta del alma, reciba mi saludo y mi respeto en momentos que le expreso mi gratitud por visitar, esta, su casa, para dejar el testimonio de apoyo a mis letras.
Quiero que sepa que siento gran admiración por usted, por su humanismo, trayectoria, espíritu bondadoso, vocación literaria y obra.
Mañana estaré en su perfil leyendo y escuchando sus declamaciones y así seguir conociendo sus creaciones y fortaleciendo nuestra amistad.
Bendita noche!
Gracias por sus palabras y su sentir, amigo y poeta del alma.
Mi admiración hacia usted es mutua.
Espero no defraudar su expectativa.
Bendita noche, mi buen amigo poeta!
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