Tengo la piel agrietada, el rostro desprendido de sueños inconclusos y noches sin dormir.
De niño soñé que de grande sería feliz, pero no fue así; la realidad asumí y seguí.
Hay días en que despierto con energía y hay otros en que quisiera dormirme todo el día.
Los pelos blancos que brotan me hacen recordar que ya me queda poco por disfrutar en la vida.
De joven mis planes fueron como en cuento de hadas; hoy de esos planes ya no queda nada.
No quiero asumir que perdí la batalla, que en mí hay una guerra, la cual lucho en silencio.
Cuando cumplí los treinta, seguía creyendo que todo cambiaría y lo malo se convertiría en bueno, pero...
Hoy, ya casi viejo y cansado, sigo esperando lo inesperado, lo que nunca llegará a tiempo.
Voy surcando los cielos de los anhelos, entre la esperanza, el deseo, y sin embargo la ilusión voy perdiendo.
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Autor:
EMBAR (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 7 de febrero de 2025 a las 00:16
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 20
- Usuarios favoritos de este poema: Josué Gutiérrez Jaldin, EmilianoDR, Mauro Enrique Lopez Z.
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