Tu boca trae piedras como el río
que sangra en un alud sobre la tierra;
que ya no es primavera sino frío,
que ya no será paz sino la guerra.
Se dirigen, tenaces, al olvido
como lo hicieron en su vida paria
y desembocan en un mar perdido
manando su triste ira innecesaria...
Que tiñe rojizo todo a su paso,
como la cereza y su néctar dulce,
mas no es el vino sino la agridulce
sensación que transcurre en el ocaso;
que no es la cura ni la sanación
sino la roja brasa que arde y quema,
y que deja ver la pequeña gema
que siempre reluce en la incomprensión.
-
Autor:
Joel F. (
Offline)
- Publicado: 8 de febrero de 2025 a las 13:47
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 35
- Usuarios favoritos de este poema: nachosol, alicia perez hernandez, La Bruja Irreverente, Francisco Javier G. Aguado 😉, Martha patricia B, ElidethAbreu, EmilianoDR, El Hombre de la Rosa
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.