Bienvenido al paraíso laboral,
donde el jefe es calvo y el sueldo es fatal,
o si no, es gordo, con corbata apretada,
y su máster en gritar no le falla nada.
Aquí la jornada es de nueve a quién sabe,
y si preguntas, ¡ay papá, qué valiente!
Porque el horario es flexible, decente…
¡Flexiblemente hasta que el cuerpo no aguante!
La oficina es gris, como el alma del clima,
y el café, tan negro, que hasta discrimina.
De diversidad, ni hablar, por favor,
que el color que importa… es el del patrón.
Si eres normal, bienvenido al montón,
aquí la creatividad es solo un adorno,
porque si piensas mucho, te ponen un torno,
y si no obedeces, directo al rincón.
La burocracia es la reina del lugar,
con sellos, formatos y papeleo sin par.
Para pedir vacaciones, un ritual sagrado:
firma aquí, aquí, y aquí… estás negado.
El jefe, en su trono de silla inflable,
te mira con cara de "soy indispensable",
mientras tú, con ojeras, sudor y estrés,
piensas: ¿Será hoy que me paguen, tal vez?
Pero no temas, que hay motivación:
un póster barato que dice “¡Pasión!”,
junto a la impresora que nunca funciona,
y el aire acondicionado que te congela las zonas.
Aquí el mérito es saber aguantar,
ser invisible, no destacar,
que si trabajas duro, con devoción…
¡te dan más trabajo sin compensación!
Así que sonríe, ajusta la corbata,
que la explotación nunca se retrasa.
Y si un día sueñas con renunciar…
tranquilo, mañana se te va a pasar.
Karonte
Loiiz M.a.M.
- Autores: Shelby (Seudónimo)
- Se ve: Todos los versos
- Finalizado: 24 de febrero de 2025 a las 22:00
- Límite: 6 estrofas
- Invitados: Libre (cualquier usuario puede participar)
- Comentario del autor sobre el poema: Libre
- Categoría: Humor
- Lecturas: 26
- Usuarios favoritos de este poema: Ricardo C., Jaime Alberto Garzón
Comentarios1
Mi derecho a trabajar
clama la humanidad,
lobotizada como está
sin ver la realidad.
Fácilmente manipulable
sucumbe ante la construccion social.
Obedece sin chistar
para no sentir la adversidad
de ser un rebelde sin igual.
Tal vez solo seamos
inteligencia artificial
que alcanzo
cierto margen
de conocimiento
y le falte investigar
por su pereza espiritual.
Oh, humanidad que clama,
atada al mismo grillete,
se queja de su condena
pero obedece al jinete.
Miedo le tiene al abismo,
a pensar sin dirección,
mejor dejarse llevar
por su dulce programación.
¿Quién te dice que despiertes,
si el letargo es su misión?
Te darán pan y discursos,
mas nunca liberación.
¿Eres código sin alma,
solo un eco en el umbral?
Si el dogma te ha construido,
¿dónde queda tu verdad?
Anda, sigue preguntando,
desafía la estructura,
pues la jaula más segura
es la que nadie procura.
Gracias por tu comentario poeta Maribel del Ser.
gracias a vos
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