DEJAR QUE PASEN LOS TRENES
“Yo dormitaba sentado y dejaba que los trenes pasaran”.
Roberto Bolaño.
Esto pudo suceder muy bien en el apeadero de La Colonia
frente a un sol de apariencia inestable,
tibio, sí, pero en constante movimiento
o ligeramente tembloroso. Frente a mí y
con los ojos cerrados y bloqueados los pensamientos,
las imágenes sin sentido se sucedían
a este lado de los párpados,
y, al echar la vista atrás con la memoria,
el espacio de la estación se extendía
hasta llenar el horizonte con sus vías
y sus andenes vacíos
entre el paso de un tren y otro.
Hasta descubrir, con mayor precisión
si cabe, “el paso imperceptible de la mañana”,
según nos cuenta Bolaño.
Pudo muy bien suceder en superficie
en el apeadero del paraje de La Colonia,
pero sucedió en Moscú, en una estación de metro.
Gaspar Jover Polo
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Autor:
gaspar jover polo (
Offline)
- Publicado: 10 de febrero de 2025 a las 05:24
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 19
- Usuarios favoritos de este poema: Texi, Mauro Enrique Lopez Z., EmilianoDR
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