DE PIONEROS A TIRANOS

Hubo una vez una noble universidad,

en tierra de pioneros, de honor y lealtad,

donde hombres y mujeres con sabios principios

forjaron una educación con firme prestigio.

Eran tiempos de luz, de fe verdadera,

donde el saber era antorcha sincera,

y cada maestro, con palabra serena,

guiaba a los jóvenes con el ágape amor que encadena.

Mas, el tiempo pasó y, en sombra sutil,

llegaron las manos del poder más vil.

El nepotismo sembró su oscura semilla,

corrompiendo el alma que antes era sencilla.

Docentes crueles, sin piedad ni razón,

apagaron la luz con dura opresión,

y en cada salón el frío desinterés reinaba,

mientras el saber, en silencio, lloraba.

Los alumnos, antaño de sueños dorados,

hoy sufren heridas de seres malvados,

quienes, en su trono de silencioso poder execrable,

se burlan de todo con desprecio innombrable.

¡Oh, universidad, qué lejos estás

de aquellos pioneros que forjaron tu paz!

Hoy tus aulas son cárceles, asesinos del alma,

donde el conocimiento piadoso muere en lenta calma.

¿Podrá renacer la gloria perdida,

volver a ser faro de luz encendida?

O tal vez, en la apostata niebla de ambición y poder,

la noble verdad se seguirá perdiendo sin poderse defender.