QUIÉREME

Ámame… intensamente.

Hasta el frenesí…
piérdete en mí,
déjate ir…
déjame ir.

Acósame… hiéreme.

Hasta sangrar el alma;
quiéreme en forma profunda, penetrante,
acelerada, urgente, sin calma.
Y déjame ser.

Ámame como soy y como más
no puedo ser… ni sentir
con todos mis sabores, sinsabores
olores y arreboles.

Deja que tu piel sea incansable y
terca a mis caricias.

Quiéreme… gímeme… llórame…
pataléame, endúlzame, ensuéñame.
Y ser déjame.

Como soy y como más
no sé, ni puedo, ni tal vez
quiero…

Quiéreme como antes jamás.

Como golondrina en el invierno
como medusa en la tierra
como pez en la mesa.

Ámame hasta más no poder
hasta que el fin roce el infinito.

Quiéreme incontrolablemente
Y ser déjame.

Como he sido y
sigo siendo
desde que por fin lloré
y hasta que por fin me vaya
cuando así lo quieras.

Solo dejaré
que este quiéreme fluya
y en el presente se inmiscuya
por la verdad que cuesta
y resignar duele.

Quiéreme. Festéjame.

Como antes de amarme,
como solo tú puedes.
Y déjame adorarte
como solo yo sé.