El poeta

No es engrosar la voz o escribir bonito, el poeta no tiene vida porque vive intentando escapar de ella, alejarse de ella, de sus problemas, son huraños que bueno, solitarios bendecidos, odiados por su creador que los arroja a un mundo negro, mentiroso sin motivo, condenados a escribir versos que nadie entiende pues el mundo hace mucho que no sabe de amor, ya se les olvidó, viven sin cabeza, sin brazos, pero aun así viven, no les quedan muchas piernas, pero aun así caminan, la piel se les cae como caramelo derretido, les duele todo y les sangran los oídos, hay días en lo que quieren morir, pero recuerdan que aún les queda mucha alma y entonces es ahí cuando siguen, cuando viven, maldecidos, añorando vivir el sentimiento del que tanto escriben y del que tan poco saben. El poeta es un paladín, un guerrero, un protector que no sabe usar un arma, pero si una pluma y con eso se defiende, les pesan mucho los escudos asi que en su lugar ocupan hojas, protegen y cuidan al amor, son los encargados de llevar esperanza aunque a ellos mismos ya no les queda nada, se maquillan con lágrimas, sangre, y dibujan un rostro feliz, salen a decir que el amor existe, no tienen más opción, están malditos, es lo que les tocó, no saben pelear, pero como luchan y como ganan. Al poeta no le habla Dios o el Diablo, le habla el humano. El poeta es un ciervo que no sirve a nadie sirve a algo, algo más grande que su nación, algo más grande que su inmenso mundo siempre y cuando a su mundo no le broten unos ojos cafés y una piel blanca, a algo más raro y en ocasiones confuso, un algo rojo que parece no tener miedo e infunde pavor en quien lo carga. El poeta, fue, es y será un cobarde por excelencia que vive entre tinta y paredes de acacia, alguien que confiesa lo que siente pero jamas de cara, con la maravillosa excusa de desenvolverse mejor en papel, pero que mentira. El poeta tambien es suicida que se apunta con su propia arma cada que sale a la calle, cada que lo oye y le hace caso como un ciego imbécil a su ciego y amo corazón.