La Primera Vez

Cada vez que te veo, mi amor,

es como si fuera la primera vez.

Cada roce, cada caricia, cada beso,

cada mirada que compartimos enciende en mí una llama que arde con la misma intensidad que el primer día.

Cada vez que te hago el amor,

mi corazón se desborda en un mar de emociones,

como si fuera la primera vez que exploro la belleza de tu ser.

En tu compañía, el tiempo parece detenerse y el mundo circundante se desvanece.

Mi corazón se llena de alegría con solo sentir tu presencia;

el universo mismo parece conspirar para unirnos.

Cada noche te sueño, y en esos sueños encontramos la paz y la dicha que solo el amor verdadero puede brindar.

Nuestro amor no tiene límites ni reservas, nos entregamos por completo en cada gesto, en cada palabra,

en cada mirada. Es una melodía eterna,

un canto que se expande con la eternidad misma;

un canto que solo nosotros dos podemos escuchar.

Cada día que pasa, mi amor por ti crece y se expande.

Cada día tengo un solo deseo, un solo anhelo que me consume:

escuchar tu voz, sentir tu piel junto a la mía, perderme en la inmensidad de tus ojos.

Te amo tanto, mi ángel piel canela,

que las palabras no alcanzan para expresar la magnitud de mis sentimientos.

Eres la luz que ilumina mi camino, la melodía que acaricia mi alma,

el aire que respiro.

Eres mi todo, y te amaré por siempre, hasta la última rosa.