Miedo al amor

¿En qué momento el amor comenzó a dar miedo?

¿Fue cuando las promesas dejaron de brillar,
cuando el "para siempre" se sintió pesado
y los besos, antes firmes como anclas,
se volvieron espuma en un mar agitado?

¿O fue cuando la risa se hizo muda,
cuando medimos las palabras con temor,
cuando cada "te amo" llevaba un eco
de posibles ruinas en su interior?

Quizá fue el día en que el silencio habló más,
cuando la distancia no era de cuerpos,
sino de almas atrapadas en dudas
que se volvían sombras en nuestro tiempo.

Tal vez el miedo nació de la certeza
de que amar no es garantía de quedarse,
de que incluso el más dulce refugio
puede, un día, dejar de ser casa.

Porque el amor da miedo cuando se vuelve frágil,
cuando duele más de lo que cura,
cuando la pasión que antes ardía
se convierte en ceniza de dudas.