Recuerdos

Recuerdo su mirada y un corazón herido,
cómo aquel faro tenue o un cielo ya lejano,
alguna vez fue pulso de versos encendidos,
y roja tinta viva de mi sentir humano.

Brillaba en mi alma llena, cual luna sin abrigo,
o como sol de agosto, aun siendo muy temprano;
girasol pleno al viento o en las tardes ambiguo,
que hoy deja solo sombras en mi pecho ya insano.

Ya no hago míos versos ni a la luna fría,
pues en la ausencia suya se cubrió mi motivo,
apagando la llama que ayeres encendía,
mi voz sutil, mi pluma... mi arte, ahora perdido.

No me nacen poemas como en aquellos días,
aunque a veces ya sienta algún verso furtivo,
y, aunque siempre me duela la cruel melancolía,
no quiero que ella llore por lo que yo he sido.