EL AMOR QUE EL MUNDO OLVIDÓ

Vamos a inventar un amor distinto,
uno que no muera con el tiempo ni el olvido.
Un amor que no tema al destino incierto,
ni se apague en las sombras de un sueño perdido.

Hagamos del alma un lienzo sin lágrimas,
donde el dolor se borre con un suspiro,
donde cada herida sea solo ceniza,
y la esperanza renazca en cada latido.

Escribamos un verso que no tenga final,
una poesía que nadie jamás haya escrito.
Que suene en el viento como un eco inmortal,
y en cada rincón, despierte un suspiro.

Por cada tristeza regalemos un beso,
y a cada nostalgia, devolvámosle el sol.
Que el frío del mundo se vuelva tibieza,
y el alma cansada descubra el amor.

Porque el amor no es solo una palabra gastada,
ni un verso perdido en la desilusión.
Es la luz que arde aún en la nada,
el fuego eterno… que inventemos los dos.