Novela Corta: Soñar + Vivir = Amar
Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez Sánchez
Seudónimo: EMYZAG
Comenzada: 7 - 8 (10-) de enero - 9-15 de febrero de 2025…
Publicada: 15 de febrero de 2025…
Terminada: 15 de febrero de 2025…
Editada: 15 de febrero de 2025…
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Mi #206 de novelas cortas hasta el año 2025…
7173 Palabras 10 Páginas
~ * ~Sinopsis:
~ * ~Surai sueña un sueño mágico en vivir con su amor como debía de ser, sin diferencias de clases sociales, sin diferencias de educación, y sin diferencia de razas, cuando despierta del sueño mágico desea vivir ese sueño y amar sólo le corresponde a su pareja llamado Peter John en amar a Surai sin preceptos de ninguna índole de indiferencias…
Sucesos:
- Surai conoce a Peter John en una cafetería…
- Surai presenta a Peter John ante sus padres…
- Las diferencias de clases sociales, educación y de raza se perfila que no lo aceptan los padres de Surai…
- Surai sueña un sueño mágico sin esas diferencias que los separa y cómo debe de ser en realidad…
- Surai decide vivir su vida y cómo lo logra, pues, se va a vivir el sueño real con su amor…
- ¿Qué dicen los padres acerca de esa relación?...
- ¿Qué dice la vida acerca de ése amor con indiferencia?...
- ¿Qué dice Peter John con ese nuevo amor entre él y Surai?...
- Surai ama a Peter John, pero, el murmullo la destruye…y ¿qué hace Surai con las murmuraciones?...
- Lo que da igual es que Peter John ame a Surai como la mujer que es y que ha roto precedentes por esa bonita relación…
Surai es una jovencita de ojos del color azul como el color del mar más bello que pueda existir, cabellos del color rubio y de piel de seda o de porcelana más blanca que las nubes del cielo. Surai está enamorada de un jovencito llamado Peter John sin ser tan educado como ella, de clase baja y de piel color trigueño como del color del trigo o como la miel. Surai y Peter John tienen amores clandestinos como la esperanza o como el torrente de sensaciones buenas y tan claras como el manantial de la lluvia que cae hacia el río. Surai sabe que ama a Peter John, que desea y quiere todo con él, pero, en el trance de la verdad se enfrasca un torrente de ricas sensaciones, pero, malas sensibilidades. Surai sabe una sola cosa que cuando conoció a Peter John en la cafetería de la esquina pudo saber que el destino se une en uno solo y que el camino que antes eran dos ahora se entrelaza en un solo camino. Surai no quiere más que amar a ese chico trigueño de piel como la miel y con ojos castaños y que conoció una tarde de verano cuando en el afán de vanagloria y triunfo quiso conocer más a fondo a ése chico que conoció en la cafetería de la esquina cuando fue toda la tarde en un verano del equinoccio actual. Surai, en esa tarde de verano conoció a Peter John, cuando de repente, sus ojos directamente se reencuentran como dos huérfanos de luz que expelen los ojos por mirar con vehemencia, con pasión y con demasiada e irremediable pena como si fuera un sólo dolor que se lleva en el alma. Y, sí, que era amor como de costumbre entre dos seres que se acaban de conocer. El alma de Surai está por dar luz de la excelente cuando sus ojos tienen la calma y la ansiedad más indeleble de todos los tiempos en poder amar a un hombre que tiene la salvación a todos sus anhelos e ilusiones. Surai y Peter John se conocen, pues, en la cafetería de la esquina tienen lo que se desea un café diurno y en paz se toma en calma en esa linda rústica cafetería de la esquina. Surai sin calmar en redención con la paz que posee mirar directamente a los ojos de Peter John, comenzó un juego inerte entre el amor, la raza, la educación diferente y las clases sociales entre ellos dos. A Surai no le importa nada, nada más que el amor y la pasión inerte, suave y delicada si se dedica a enamorar a Peter John. Peter John un joven trigueño como del color de la miel junto a sus ojos castaños como el color del café lo mira fijamente haciendo hincapié en amar a ese chico que le desnudó el alma en saber que la verdad se aferra a la buena suerte en creer que lo acaba de conocer en la cafetería de la esquina. Surai no sabe qué sucede, pero, es que se ha enamorado de Peter John, en esa cafetería de la esquina. donde se pasea el más grande de los amores inciertos. Surai conoció a Peter John cuando el equinoccio de verano pasaba en la actualidad. Peter John un hombre de color trigueño como el color del trigo o como el color de la miel, comienza a desfallecer cuando la chica que conoce es Surai una mujer de belleza inusual, la cual, penetra en el alma y más en su corazón se desviste de belleza exquisita cuando en el alma y más en su corazón calma en redención una sola verdad efímera, concisa y precisa que Surai se ha enamorado de Peter John y él de Surai. Surai sólo piensa en que la indiferencia de edades, de clases sociales, de razas, de clase educativa, sólo desea Surai soñar un sueño y hacer realidad de que el sueño es indeleble como el deseo eficaz de obtener del corazón a todo amor y sin ninguna indiferencia. Surai no calma en redención lo que encrudece de un sólo mal espanto cuando sólo comienza a despilfarrar el momento en que conoce a Peter John en esa cafetería de la esquina en el equinoccio de verano. Surai y Peter John, se aferran a la idea de que el trance perfecto e indirecto de atrevió a desafiar en el alma y en el corazón un sólo amor como nunca antes visto en el alma y en el corazón. Surai conoció a Peter John con el desastre de amar a conciencia fría y sin un momento perdido.
Surai prosiguió con la cálida relación entre ella y Peter John. Surai y Peter John se aferran a la idea de entrever la razón y sin consecuencias autónomas de creer que el amor a conciencia se debe a que el amor es como el sol o como la luna. Surai y Peter John se aman imborrablemente con un sólo amor en el solo corazón entre el amor y la pasión en vehemencia. Surai y Peter John se aman en contra de todo y de todos los pormenores que en la vida se les presenta como interponerse en su cálida relación. Surai y Peter John el amor con la pasión se concentra en discernir en el alma como en el corazón triunfando en el camino lleno de vicisitudes raciales, educativas de edades y de frío calor cuando ese amor no lo acepta la vida ni los padres de Surai. Surai en una tarde en ese verano cualquiera quiere presentar a sus padres a su novio con el que lleva más de seis meses de relación. El amor de Surai y Peter John se aferran al frío y al calor desconcierto de creer en el albergue de su solo corazón se debate en la sola amarga atracción de creer que ese amor es como la diferencia de edades, de razas, de una baja educación y de diferentes clases sociales que amarran a la vida, al amor y más a la osadía de entregar el coraje del corazón. Surai y Peter John se aferran a la idea marcando un solo trayecto y es que el amor es libre como la cálida libertad que llama en ser como el corazón en libertad amando como nunca antes. Surai le presenta a sus padres el amor de su vida, sí, a Peter John cuando en la calma y en la redención se debate una sola salida de entregar a la razón en locura cuando en el amor se convierte en un sólo buen percance. Surai le presenta a sus padres al amor de su vida cuando en el incierto momento sus padres lo miran desde una mala perspectiva de asombro cuando la edad no concuerda, cuando la raza no lidia, cuando la educación y la mala dicción del joven no entrelaza entre él y su hija llamada Surai. Las diferencias entre Surai y Peter John se enaltecen de fríos y de calores exentos de creer en el amor a toda costa de la pura libertad en que la osadía se enfrenta a diferentes clases sociales. El amor de Surai y Peter John se aferran a la idea de creer en el albergue autónomo en dar de la diferencia un sólo sueño en la vida de Surai y es que el amor y la vehemencia pasional que le llama en la relación entre ellos dos es que el amor aflora cuando en el trance de la verdad edifica el tormento que lleva como un amor diferente. Los padres de Surai no quieren al joven ni cerca de ella, pero, el amor y la pasión vehemente se aferra a la fría osadía de creer en el calor de su solo amor en el trance del camino y del delirio frío que comienza a edificar en soledad cuando los padres de Surai no aceptan en el seno de la familia a Peter John. Los padres de Surai comienzan a caer fríamente con las solas diferencias que comienzan a despilfarrar el comienzo de esa bella relación. Los padres de Surai se atreven a interponer sus narices en la bella relación de su hija Surai, pero, el alma y en el corazón no se mandan cuando en el corazón se entrega en cuerpo y alma. Surai a la verdad que el frío enternece en la mirada de la muchacha cuando en la relación va en gravitación cuando las diferencias de ésta relación va en picada cuando los padres de Surai no aceptan al jovenzuelo de tez trigueña como el color de la miel, si las diferencias de educación y edad no convergen en la cálida relación entre Surai y Peter John. Los padres de Surai no aceptan al joven en el seno familiar de un hogar de clase alta en la sociedad. Los padres de Surai se atreven sin ser aceptado Peter John en la alta sociedad y lo rechazan de tal forma y de tal manera que Peter John se muere de fríos e indiferencias entre Surai y él.
Los padres de Surai no aceptan al joven en la familia. Las clases sociales, la educación, la edad y la raza de Peter John con la hija llamada Surai son de clases diversas e indiferentes. Ambos padres están de acuerdo en no aceptar al joven en el seno de la familia llena de una alta clase y con una sola expectativa de razonamiento sin diferentes clases sociales. Surai contempla en hacer caso a sus padres, pero, el alma y su corazón se alejan de esa clases sociales que son el perímetro de la alta clase social que ella lleva junto a su familia. Y la familia de Surai quedó por siempre penetrando junto a la alta clase que no diversifica en la raíz y en el seno familiar junto a sus padres. Surai contempla una sola razón en discernir y convertir ese rechazo de sus padres hacia el nuevo amor de Surai como un desprecio total en que las clases sociales son primordiales sin importar el amor en el corazón. Si para Surai no es importante ni le atrae que sus padres rechacen el amor que acaba de conocer en una cafetería en el equinoccio de verano. Es la tarde de verano más triste que tiene Surai cuando contempló que sus padres conocieran el amor que ella en esa tarde de verano conoció. Los padres de Surai contemplan una sola verdad en que el alma fría de sus padres convidó tanto y por tanto que en silencio se marchó del hogar de sus padres de la mano de Peter John. Los padres de Surai no aceptan al joven en su familia, pues, las clases sociales entre ambos jóvenes lo separa y los bifurca como en un abismo frío entre sus dos corazones. Surai y Peter John en la salida del hogar de los padres de la muchacha se abrazan y se dan un beso en señal del amor que los une y que quizás nada ni nadie los separará. Surai y Peter John se abrazan en un cálido amor y en un enlace total del amor que los une y que no los separará jamás ni el odio ni por las diferencias ni el desprecio de nada ni de nadie. Las clases sociales entre Surai y Peter John se aferran al amor, a la pasión y a la vehemencia carnal que los embriaga de amor y de emoción y de amor pasional. Las clases sociales se ven en la encrucijada en obtener del amor la diferencia de clases sociales, de edades, de razas y de educación, pero, para qué sirve todo ésto si el amor no se expresa, no habla, sólo siente, para qué diferencia de edad si el amor ni sabe la edad que tiene y que es más viejo que el mar, y de diferencia de razas el amor no tiene ojos para ver con claridad a la piel del otro ser amado, el amor sólo siente lo que siente el otro ser por amar, el amor es ciego, débil en sentido, y es ágil en enamorar a las personas. Surai no tiene preceptos ante Peter John, no tiene diferencias, no tiene odio, sólo tiene aceptación, amor y pasión en cada beso que le otorga la vida y Peter John. Si el amor entre Surai y Peter John se aferra al sentido cálido y amoroso y tan generoso que se convierte en un amor pasional que se dedica en ser como el deseo. Si la vida y la idea de ver el cielo y el amor se aferra a la conmísera idea de sentir el amor en cada latir del solo corazón. Surai en el alma y en el tiempo sólo encrudece de espantos y de salida en la dolida herida de que la familia de Surai no acepta al joven en su familia de alta clase sin importar el dolor que le causa a Surai. Las diferencias de clases sociales, educación y de raza se perfiló en que no aceptan los padres de Surai a Peter John. La única voz que clama en el cielo por el amor es el amor puro, ingenuo e inocente de Surai por Peter John y en la amarga tristeza se convida en que la aceptación no importa para Surai ni para Peter John en su corta e inexperta relación en que sólo el amor es el amor y la pasión es la pasión que deleita la razón y en el corazón una sola idea de ver al cielo lleno de rojizas entrañas y del color del amor.
Surai sueña un sueño mágico sin esas diferencias que los separa y cómo debe de ser en realidad su corta vida. Surai en su oscura habitación imagina durmiendo cómo debe de ser esa relación entre Peter John y ella. En esa triste habitación llena de tantas cosas que sólo le recuerdan el amor entre ella y Peter John sólo sueña e imagina lo que en el curso de la noche se siente como el desenlace más frío de todos los tiempos. Si ella decide embarcar en un sólo sueño mágico como translúcido es y fue. El sueño de Surai se convierte en un reflejo autónomo de creer que el amor está por sobrevivir en el dolor y en el calor de un amor que sólo sabe amar apasionadamente y ser vehemente. Surai sólo sueña con el amor equitativo, sin diferencias, sin clases sociales, sin razas, edades o educación y con ser equitativo el amor. Surai sola en su habitación se enaltece de lluvia cuando por la ventana hace frío y lluvia. Surai y dentro de su alma conlleva una dulce atracción fría y tan álgida como esa lluvia que cae torrencialmente por la ventana en la habitación de Surai. Surai sólo siente en su cabeza un sueño cuando soñar más vivir es igual amar, pero, no, no sólo es un sueño es un vaticinio o una premonición que adivina la vida como una magia, cuando es mágica la esencia y la vida para Surai. Surai y el sueño vaticinando lo que adivina es como una suerte o un amor tan real y sin diferencias de razas, de edad, de educación o de clases sociales. El sueño de Surai donde el alma y el corazón es que ama como nunca antes. Surai en ese sueño mata y ahoga todas sus penas, dolores y gran sufrimiento cuando en el alma queda como soltando las desilusiones y las penas en dolores cuando el alma sospecha que en el trance directivo y selectivo se ve enfrascado de temores inciertos. El sueño de Surai queda en la perfección de creer que las diferencias eran autónomas y sin ser ciertas, sólo que el amor es la riqueza de entrever en la sola perfección de amar bajo el nombre del amor. El sueño de Surai quedó contemplando el rico recelo de la fría verdad cuando en el alma sosegada se quedó observando el cielo lleno de un azul añil que le petrificó hasta el alma y el corazón de Surai. El sueño de Surai fue como el abrir y cerrar ojos y observar que el destino es el camino incierto y tan álgido como la nieve fría en la sola piel. Surai contempló el rico sabor que nos ofrece el amor en cada sueño de la vida sin diferencias de razas, de educación, de edad ni de clases sociales. Surai quedó como el recreo de un sólo sueño en que el cielo quiso ser como el dolor o como el frío instante en que los padres de Surai no aceptan la relación entre Surai y Peter John. Surai quiso ser exactamente como el rico dolor o como lo indeleble de un corazón amando sin diferencias de razas, edad, educación o clases sociales cuando en el sueño quiso ser como todo el amor en el instante. El sueño de Surai no fue lo suficiente para sentir que las diferencias entre clases sociales entre ella y Peter John, las cuales, son fantasiosas y artificiales. Surai y su sueño mágico sin esas diferencias que los separa y cómo debería de ser en realidad su corta existencia junto al amor de Peter John. Surai se siente como se percibe en el alma y en el fuego siniestro de un calor humano que sólo le hace falta al alma y al corazón amando sin indiferencia alguna. Las diferencias entre Surai y Peter John son extremas y muy reales cuando los padres de Surai no lo aceptan ni lo quieren en su núcleo familiar. Surai sintiendo el recelo de la vida y automatizar la razón advirtiendo que en el tiempo y en el corazón y que advierte en el sentimiento por el amor de Peter John que se cree que en el tiempo y más en el corazón arde como el silbido de un sólo mal tiempo. Surai en el tiempo y en la osadía de ese sueño mágico se atrevió a soñar y sin diferencias algunas destacando que el amor es lo principal para el corazón enamorado.
Surai va decidida en hacer de su sueño realidad. Surai aún no despierta en esa mañana en esa fría y oscura habitación de ventanas cerradas para decidir y hacer de su sueño realidad. Surai busca a Peter John y decide embarcar en un navío donde naufraga y ser un náufrago perdido en el medio de la mar no será su gran mala suerte. Surai perpetra que su sueño se haga realidad cuando en el alma y más en el solo corazón se advierte en la osadía de creer en el instante en que el sueño se hace realidad. Surai toma de la mano a Peter John y lo venera, lo ama y lo percibe en realizar el sueño más indeleble y más real de todos los sueños. Surai percibe que en el trance de la verdad el sueño será como irreal, pero, muy trascendental automatizando la espera de verse junto a Peter John un amor como nunca antes. La vida de Surai se atreve a identificar la razón y el corazón sin poder debatir la espera inesperada de creer en el solo amor entre Surai y Peter John. Surai y Peter John se aferran a la idea de marcar un solo amor en el alma y más en el corazón sin abrir la razón. Surai sólo siente y percibe que en el alma y más en el combate de ir y sostener en el solo corazón que en la idea se aferró al frío desconcierto de creer en el instante en que el amor socava en el ademán frío de ver y sentir que el amor es como el corazón ama a pesar de las diferencias que se puedan ver y sentir por los ojos. Surai y Peter John se aman como nadie ni como nunca antes sin las diferencias que puedan existir entre ambos enamorados. Surai y Peter John y su amor se aferran y se aterra a la osadía inerte de entregar el amor y la vida en manos de las diferencias que pueden separar a ese puro, ingenuo e inocente amor. Surai y Peter John y su amor se aferra a la vida, al amor dejando las diferencias a un lado cuando esa clase social y los padres de Surai puede que separe a ese amor y para siempre dejando una estela en un mar naufragando sobre el mar perdido y eso no, no lo quiere ni Surai ni Peter John. Surai y Peter John y el amor que los ata sólo los deja con unas diferencias autónomas amando sólo un pasaje de ida y sin regresos cuando el amor lo era todo en sus vidas. Surai y Peter John se aman a ciegas, sin contemplar diferencias y sin recelo ni la aceptación de los padres de Surai. La forma y manera de amar entre Surai y Peter John es con un amor indeleble e imborrable cuando en el alma y en la manera y forma de atraer la sinceridad de amar en contra del rencor y del odio de esas crueles diferencias que los desune y los ata a la misma vez. Surai sin calmar redención ni pasión ni conmísera atracción de un amor que es para toda la vida automatizando la gran suerte de envenenar hasta el alma y al corazón desnudo de un sólo mal tiempo en que el sosiego y el mal desenlace de ver al cielo de gris tormenta cuando en el suburbio del solo corazón se siente como el saber de un sólo instinto y tan enamorado de la paz de Surai con el amor de Peter John. La vida de Surai y Peter John en el gran e inmenso amor desnudando la furia y la euforia autónoma de creer en el desenlace cruel de amar bajo la sombra de un sólo instinto cuando el alma y el corazón entre Surai y Peter John se aferra a la idea de ver la cielo de gris tormenta cuando en el alma se enamora con celos abiertos. Surai y Peter John se aman indecorosamente aferrándose al solo amor en la calma y en el sosiego de amar indeleblemente. Surai y Peter John se aman sin diferencias, sin calma y con la pasión apasionada de ver al cielo de color mágico en vez de gris tormenta. La vida de Surai y Peter John comenzó a despilfarrar amor a tutiplén a pesar del error de los padres de Surai cuando en el alma y en el corazón se edifica el amor como tormento y no como enamorar al solo corazón.
Los padres de Surai comienza a diversificar la forma en que miran, observan la forma y manera de amarse a escondidas de los padres de Surai cuando en el embate de dar una sola luz queda en el alma y en el corazón las diferencias de clases sociales cuando la raza, la educación, la edad y la alma clase social no van de acuerdo con la vida del joven llamado Peter John. Peter John se aferra al amor de Surai cuando en el juego del alma y del amor queda callado y lleno del amor dentro del corazón de Surai. Si en el juego del alma y del corazón se desata una fuerza en voluntad en saber que el rumbo y la dirección en que se juega un papel importante si se desata una gran debilidad en hacer creer que el comienzo se diversifica en indiferencias autónomas de creer en el alma y en el amor a toda costa. Surai hoy se desata la forma más eficaz de entrever en el momento una frialdad autónoma de saber que el amor siempre prevalece aunque sea con unas diferencias autónomas de creer que el amor gana en perder que esas indiferencias no matan al corazón amando. Los padres de Surai piensan que Peter John se aferra al frío desconcierto de creer en el embate que da y que ofrece un mal precepto de la vida el tener un yerno de tez trigueña como el color de la miel y de tener a un yerno con baja dicción en su expresión, que sea un yerno de edad avanzada y que no sea de alta clase social. Los padres de Surai se imaginan la vergüenza y la ignominia que pasarán si lo aceptan en su núcleo familiar. Los padres de Surai se enfrentan al cálido desenlace frío de creer en que el amor no intensifica el deseo o el amor en el calor de la familia aceptando al joven como enamorado, pretendiente, amor y pasión de Surai y más como yerno. Surai no calma en redención cuando en el juego del alma y del corazón se enaltecen despantos inocuos cuando el corazón ama sin desamar lo más conviene en el solo corazón. Peter John y su amor quedó con la fuerza de voluntad cuando en el trance de la verdad que su amor se aferró al frío y al desprecio de un sólo rechazo y sin aceptación por parte de los padres de Surai. Los padres de Surai se enaltecen en un fríos precepto de no consentir que la relación entre Surai y Peter John sea fructífera. Los padres de Surai sólo en la espera inesperada es la gran suerte de aceptar al jovenzuelo entre el núcleo familiar de la alta sociedad, pero, no se aterra a diversificar el torrente de creer en el alma y más en el corazón que esas crueles indiferencias se petrifica hasta el alma. Surai y su intensificado mal provenir en un sólo error dentro del combate fue como en poder creer en el alma una osadía de entrever el alma y el corazón amando como nunca antes a Peter John. Surai y Peter John se atreven a petrificar la idea de creer en el combate de dar una sola salida del amor en el corazón amando como nunca antes a un sólo amor como el de Peter John. Peter John se aferra a la idea de entrever a la razón de compartir el alma y la osadía de ver al cielo como en el solo corazón una sola salida de un solo amor en el corazón amando como nunca a Surai. Los padres de Surai no comparten una sola idea de aceptar en su núcleo familiar a Peter John desatando que las diferencias no existen. Los padres de Surai no calman en redención por la vida ni la pasión desatada como el comienzo de creer en el instinto sosegado de premura y de diversificación autónoma de creer que las diferencias son tan reales como existentes y que al joven llamado Peter John no lo aceptan los padres de Surai. Los padres de Surai se intensifica la fuerza en naturaleza de creer que en el juego del tiempo y de la marcha del ocaso de un sólo sol en el cielo también se va la fuerza en sentir que el desprecio ha llegado y es sin la aceptación de ése joven en el núcleo familiar de Surai.
La vida está sin captación con las diferencias de edad, de razas, de educación y de clase social entre Surai y Peter John cuando la vida es un ejemplo de creer en el alma y en el corazón amar sin freno alguno. La vida de Surai y Peter John se aferra a la idea de creer que las indiferencias no enaltecen una furia ni una euforia en el alma ni en el corazón cuando en el alma no calma en redención una forma de creer en el trance de la fría verdad. Los padres de Surai y su desprecio sin aceptar en el núcleo familiar a Peter John se aferra la vida a sentir y a presentir que en cada recelo de la verdad que se aterra la idea de creer en el embate de cerrar pensamientos y mentes abiertas a creer que las diferencias son reales y existentes. La vida entre Surai y Peter John se aferra a la idea de creer en el embate de dar una fría verdad en que el sueño de Surai se hace realidad sin tener la gran suerte de creer que ese amor era para siempre. Y la fuerza de la vida quedó como sentir y presentir que el amor de cada amor es como el amor sin preceptos, sin diferencias, sin sentido, sin pasión, sin vehemencia, pero, fue todo lo contrario cuando en el alma y más en el corazón se entristece en el alma como la paz que conlleva una guerra por esas frías diferencias que no atraen la atención de los padres de Surai a presentar al joven como gran prospecto con su hija Surai. La vida quedó como el ejemplo automatizando la espera inesperada de creer entre las diferencias que separan a Surai de Peter John cuando en el embate se enfrasca la mala idea de creer en el mal comienzo de creer en el juego del amor como diferencia automatizando. La vida es cruel como el venidero mal instante en que se cuece la pasión de iras clandestinas de unas diferencias de razas, educación, edad y de clase social que no concuerdan ni con los preceptos ni con la idea de ver al cielo de gris tormenta cuando en el alma y en el corazón se enaltece de fríos venideros cuando esas diferencias matan el alma y más al corazón amando como nunca antes. Las diferencias autónomas entre Surai y Peter John son clase aparte como una sola costumbre de creer en el corazón con una sola fuerza en que el cielo se convierte en gris desatando una cruel tormenta en que esas diferencias son autónomas en creer que el destino y el camino se entrelazan para desunir y bifurcar a una pareja de enamorados como lo es el amor entre Surai y Peter John. Surai y Peter John se enamoran de la fría verdad cuando en el hambre del amor y la sed del alma en el corazón se enamoran de un juego clandestino entre las caricias, la vehemencia y la pasión en el corazón sin importar clases sociales algunas que sean indiferentes entre dos jóvenes enamorados. La vida acomete una sola frialdad en el cielo, en el corazón y en el alma que se envenenan tanto de diferencias por las clases sociales entre Surai y Peter John que no calman en decepciones que esas mismas clases sociales no los divide sino los une más y más y fortifica esa relación. La vida de Surai y Peter John se envejece de diferencias autónomas en poder creer en la forma y en la manera de un sólo amor en el corazón cuando la vida no mira ni siente preceptos cuando en el almacenaje de los sentimientos se entrelazan en el corazón y no entre los ojos de una sociedad. La vida para la relación entre Surai y Peter John se aferra a la idea de sentir el amor en el corazón y no entre diferencias sociales que no la vida no mira ni observa con ojos de decepciones o de rechazo o de la no aceptación y es todo por parte de los padres de Surai. La vida es redención cuando en el coraje del corazón entre Surai y Peter John se aferra a la idea de ver, de entregar, de sentir el corazón amando sin diferencias de clases sociales, de edad, de razas o de educación.
Peter John se siente en la angustia del rechazo de los padres de Surai, pues, en la naturalidad y naturaleza de sentir en la fuerza por amar en el corazón se aterra a la idea sin ser aceptado en el núcleo familiar de la familia de Surai. La vida y la fuerza quedan como órbita lunar atrapando la vida y el amor entre dos jóvenes que se aman con ímpetu y con el verdadero amor. Peter John se siente como la osadía de ver el crepúsculo dejando ver la gran suerte con la luz de ese sol que empieza a decaer al final de la vida en un solo ocaso. Peter John se siente en la débil forma de atraer el amor en cada sentimiento y en el alma sucumbiendo y zozobrando en la forma de ver al cielo y de gris tormento como en la más débil atracción de querer formalizar en el alma una decadencia autónoma de dar con la pura verdad y de una incierta decadencia en querer atrapar del alma y del corazón una sola idea en solo amar a Surai. Peter John y Surai se aman de igual forma como el mismo sentido de entrever a la razón incierta cuando en el alma se entristece de un dolor, de un espanto y todo por las diferencias autónomas de creer que el amor ahí quedó en la nada de un sólo destino. Peter John quedó sintiendo a raíz de los sentimientos una pasión, una vehemencia y un corazón enamorado que comienza a bifurcar entre las diferencias que los separa cuando los padres de Surai interfieren en el amor entre ambos jóvenes. Peter John se aferró a la gran idea en amar con calor, pasión, vehemencia, y con un amor incontrolable destronando el frío de ese sentido. Surai y Peter John se aferran a la gran idea de sentir en su solo corazón el gran amor y la ilusión de tener en su corazón a un amor como el amor de Surai en el corazón amando como nunca antes. Peter John se aferra a la idea de sentir la fuerza y la espera inesperada de creer en el amor a toda costa sin sentir la exasperación inocua en atraer en el alma una sola verdad incierta de dar el amor en el corazón. Y, sí, que Peter John se aferró al amor en el corazón cuando es tan indeleble como imborrable la razón en el solo corazón amando como nunca antes sin disposición de diferencias de clases sociales, de razas, de educación y de edades. Si Peter John se siente como el corazón amando como nunca antes una osadía que por el día se atreve a indentificar las diferencias que bifurcan a la pareja. Si en el corazón de Peter John se aferraba a la idea de ver el cielo de gris tormenta cuando el amor y la creencia de que la familia de Surai no lo aceptan sin intención alguna. Si Peter John se aferró a la conmísera atracción de creer en el desenlace fatal por haber sido bifurcada su relación con Surai destronando la vida y la esencia de ver y de sentir la forma de atreverse a mirar a través de la fría verdad. Peter John sintió la sola verdad de que el instante se reveló como el alma sin calma, sin redención, sin paz ni condonación cuando la familia y el núcleo familiar de Surai no le permitió amar a Surai. Peter John aún se da de cuenta que la familia de Surai es racista en contra de él y que jamás lo aceptarán entre el núcleo familiar de esa familia porque es ¨negrito¨ como le llaman despectivamente acerca de su raza de piel. Peter John no quiere separarse de la muchacha, pero, todo va a hacer cuesta arriba cuando comience formalmente la relación con ella. Sólo Peter John sabe una cosa y es que ama a Surai por su inteligencia, por su carisma y por su delicada forma en poder amar a Peter John. Peter John queda adherido al suculento manjar que le otorga la vida con el amor de Surai, y cree que la vida le otorga otra oportunidad para saber si el deseo y el amor van juntos de la mano para llevar el amor por el camino correcto cuando son ellos dos los que son los enamorados de la amor y de la vida.
Surai ama indeleblemente a Peter John, pero, comienzan las murmuraciones y los murmullos acerca de la raza del joven con que la ven junto a ella. Comienza a disparar con fuerza despectivamente murmullos que comienzan a despilfarrar comentarios fuertes, miradas dudosas, e increíble insolvencia con esa amorosa relación entre Surai y Peter John. La pareja entre Surai y Peter John y las murmuraciones con dimes y diretes comenzaron a disparar tormento, a edificar terreno prohibido y tan privado como lo es la relación entre la pareja. Surai y Peter John se enfrentan a un ignominia exageradamente exagerada sucumbiendo en un delictivo trance de un percance doloroso. Y en la zozobra y en el suculento manjar de amor que le tiene la vida a Surai y a Peter John aún no lo toman ni se alimentan de él. Surai y Peter John se aferran a su amor, a su pasión, y a su vehemente amor tanto en la carne como en lo espiritual. Surai y Peter John poseen el amor más indeleble y más bendecido por algunos y es odiado por otros, pero, esas murmuraciones van llevando a la pareja a sentirse mal, a interpretar malos sucesos, y hasta a dudar de su amor en el corazón, pero, sólo existe un solo corazón y es el corazón de la pareja que es tan fuerte como una roca o como piedra de un río. La fuerza en el amor entre Surai y Peter John se aferra a la gran idea de ser felices sin importar desavenencias, vicisitudes, problemas o ¨issues¨ que la vida y el amor sabe y puede resolver muy bien. Surai con esas murmuraciones y ¿qué hace Surai con las murmuraciones?, pues, no les presta atención, pero, duelen en el alma, no les hace el menor de los casos, ella sabe lo que es y a quién quiere y ama con el corazón. Surai se desviste de paciencia y se altera de vez en cuando por el maltrato verbal hacia su amor, pero, en nada queda en enfado en contra de la gente sin escrúpulos como metiche en esa bella relación de un amor como ninguno. La vida de Surai queda como el dolor, la fuerza en seguir hacia adelante y con la sospecha de que algún día será más feliz que ahora en el presente. Surai es una jovencita de ojos del color azul como del mar, de cabellos del color rubio y con una piel de seda o como de la porcelana y Peter John un joven de edad trigueño o como el del color de la miel, pero, muy maduro para la edad que representa. Peter John calla y sabe que le duele todas esas murmuraciones, pero, con Dios todo se puede, él sabe que va a hacer cuesta arriba subir y dejar esas murmuraciones sin contundente insensibilidad por parte de la gente sin escrúpulos que por decir una cosa se intensifica más el dolor. Surai y ¿qué hace Surai con las murmuraciones?, pues, las petrifica en el olvido y sin poder escuchar más la insolvencia de esas voces que no le dejan nada bueno en la vida. La vida de Surai no calma en redención vivir un sueño, y es este sueño que lo hace tan real cuando ella se encuentra aún en esa oscura habitación soñando que debía de hacer con esa relación y con quien ama indeleblemente hasta morir llena de amor. Y todo para Surai, es soñar más vivir es igual amar, y lo vivió todo en un sueño en que se petrificó la idea de amar y en querer solventar la vida y la forma y la manera de atraer el amor a sus costas vidas y todo porque la vida es corta y queda el amor solo en el corazón entre ambos jóvenes amando como nunca antes. La vida de Surai y Peter John se aferra a la gran idea de querer solventar la vida y la forma de vivir bien y a lo máximo ese amor que petrifica todo el amor en el corazón. Las murmuraciones acechan con devorar a la vida, al amor y hasta la presencia y la esencia de ambos jóvenes que se aman indecorosamente después de haber entregado cuerpo, vida, alma y corazón.
El sueño de Surai que ha roto precedentes y preceptos, indiferencias, y también murmuraciones porque soñar más vivir es igual amar, si para Surai es todo el amor de Peter John. El sueño de Surai aún en esa oscura habitación la va llevando hacia la magia trascendental de toda una vida marcada, trastocada, irremediable y muy intrínseca la relación cuando en el camino fue pedregoso con piedras que ellos mismos hicieron como alfombra a sus pies después de aplastar con su orgullo, con su amor, y más con su cabeza erguida hacia adelante. El amor puro, inocente e ingenuo de Surai y Peter John se edificó su estructura y su forma en la pasión ardiente y vehemente en que se encierra el amor para poder amar y pertenecer uno al otro y ser una sola persona. El amor para Surai y Peter John quiso ser como ningún amor, pero, ni las murmuraciones, ni los preceptos, ni la gente racista, ni la gente sin escrúpulos pudieron opacar a la relación de Surai y Peter John cuando el alma, la vida y el corazón ama fuertemente que quedó el amor como un suspiro en el mismo corazón que ama con dulzura y a plenitud. Surai y Peter John aún no cosechan la idea ni la planifican para hacer realidad cuando soñar más vivir es igual amar con todo el amor que les embarga el corazón. Surai decide en el mismo sueño hacer realidad ese sueño cuando petrifica la forma y la manera de ver cómo saldrá a flote con ese amor a cuestas de la sola razón de la gente sin compasión y sin escrúpulos que les critica su vida como si fuera la vida de ellos. Surai y Peter John se convencen en amarse como en ese sueño mágico y no, no aún, no ha despertado de ese terrible, pero, sueño real. La vida de Surai y Peter John comienza a despilfarrar amor, pasión y vehemencia. Surai despierta de ese sueño indeleble y lo que hace es que va a soñar más vivir es igual amar, y que va a amar a ese hombre por el resto de su vida y lo jura y lo sostiene en su mente y más en su corazón. Surai se arregla para salir, no le habla a nadie, sale de esa oscura habitación y de esa mansión y va en busca de su amor, sí, de Peter John en busca de calor, amor, de un corazón enamorado, sosteniendo en su corazón todo el amor del mundo. Y Surai va a soñar más, vivir es igual amar y hacer real su sueño sin diferencias de clases sociales, de razas, de educación, ni edades que les importe sobrevivir en un mundo donde la gente sin escrúpulos son capaces de vivir una vida que no la es suya. Y Surai fue en busca de su amor Peter John y hace realidad un sueño donde el amor lo es todo, porque soñar más vivir es igual amar.
FIN
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Autor:
EMYZAG (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 16 de febrero de 2025 a las 00:02
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 10
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., EmilianoDR
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