Tus palabras me conmueven, como olas de un mar embravecido,
cargadas de pasión y anhelo, un torrente de emociones desatadas.
Misterio, pecado, odisea, mi laberinto personal,
cada palabra encierra un enigma, una confesión velada,
un deseo ardiente que no se extingue.
No pronuncio tu nombre, pero mi verso te dibuja,
te define en la inmensidad de mis sentimientos desatados,
cual estrella fugaz en la noche sombría.
Hierro candente en la fragua, tu recuerdo me marca a fuego,
una herida que no cicatriza, un dolor que me consume por dentro.
Mares de tristes mareas, mi alma navega sin rumbo,
anhelo que no tiene calma, cual Ícaro anhelando el sol prohibido.
Mía, aunque nunca lo seas, una quimera que me da vida,
una esperanza que me sostiene, en la tormenta de tu soledad escondida.
Cada línea te describe, tu forma, tu coraje, tu esencia,
un poema sin nombre, que en silencio te confiesa,
cual eco en la inmensidad del universo.
Y tú, sin nombre en mis versos, te escucho, te siento, te comprendo,
en la belleza de tu dolor, en la verdad de mi anhelo.
Eres un misterio, un pecado, una odisea,
una posesión anhelada, una mentira que me da vida,
un poema sin nombre que te canta,
cual melodía en la noche estrellada.
JTA.
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Autor:
jtaltuve (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 17 de febrero de 2025 a las 00:49
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: EmilianoDR, Mauro Enrique Lopez Z.
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