Te pido perdón por mis errores y por mi falta de fe. Cómo quisiera poder ver Tu rostro y contemplar Tus bellos ojos, tan puros y perfectos. Sé que si miro Tu santidad, recibiré pureza de Tus manos. Abrázame, Señor, para sentir el calor de Tu amor. Llévame a Tus atrios, al lugar santísimo; anhelo estar en Tu Presencia, aunque solo sea un instante, y experimentar la plenitud de Tu amor perfecto.
Despertar en Tus brazos calmaría mi alma, saber que no hay amor más grande que el Tuyo. Quisiera abrazarme a Tus pies y soñar que me elevo por los aires junto a Tus ángeles celestiales. ¡Qué incomparable y perfecto es Tu amor! Nada ni nadie en este mundo podrá jamás igualar Tu infinito amor.
Eres como una nube blanca con un aroma único y especial, un perfume de pureza que penetra hasta lo más profundo de mi alma y embellece mi ser con su fragancia celestial. Me siento como una niña sentada a los pies de mi amado Salvador, quien me rescató de los lazos de la muerte y me dio una nueva vida, llena de esperanza y con un futuro eternal.
Gracias, mi Amado, mi Señor, por amarme como lo haces, por enseñarme, por cuidarme y guiarme, hasta el día en que entre en Tu Reino celestial.
-
Autor:
cristina c (
Offline)
- Publicado: 17 de febrero de 2025 a las 04:23
- Categoría: Religioso
- Lecturas: 22
- Usuarios favoritos de este poema: WandaAngel, Mauro Enrique Lopez Z., EmilianoDR, 🇳🇮Samuel Dixon🇳🇮, Enrique Fl. Chaidez
Comentarios1
Amen y amen Cristina.
Gracias y saludos.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.