Celos de tu tiempo

Elizabeth A. Navarro

Siento celos… no de alguien, sino del viento,
de la noche que te abraza en mi lugar,
del sol que besa tu piel en su aliento,
mientras yo solo puedo suspirar.

No son celos que hieren o envenenan,
son susurros de amor en mi interior,
deseos que en mi alma se encadenan,
llamas que arden con dulce fervor.

Celos de las horas que no te tocan,
del espacio que nos roba la razón,
de los instantes que a otros provocan
a escucharte sin mi corazón.

Pero sé que me amas sin medida,
que en tu pecho mi nombre está tatuado,
y aunque a veces mi alma esté herida,
es por amor que mi ser te ha celado.

Así te quiero, así te espero,
con un fuego que no quema, solo arde,
celos sanos, celos sinceros,
que solo me impulsan a amarte.

Y cuando al fin mis manos te reclamen,
cuando mi boca tome lo que es mío,
haré que sientas en cada detalle
que nadie te ama con tanto delirio.

Ver métrica de este poema
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.