Infiltrada bajo la piel
la tormenta les volaba
como en un viejo tema tecno pop de los ochenta.
Una chica en el chalet de la calle 15.
Siempre hay una chica (o un chico)
en algún chalet de la calle 15.
-Y sangraban a borbotones
Bohemian Rhapsody
o los Leño sobre el pupitre
de aquel segundo de BUP.
entre cauces ultraurgentes-
En otra calle, a cien horizontes
por esquina, levitan
diosas en topless clavadas en la pared.
Un templo de terrazo mate
y esa brisa recurrente
con olor a rueda de ciclomotor y vinilo.
En la calle 15 todo se urde
a base de silencios. Las brillantes pieles
de animales muertos
crían dientes y muñones de abismo.
Cruce natural después de la nieve primera.
¡Y qué puta es a veces la aurora!
Autopista de luces imposibles.
A este lado de la ciudad arden los minutos
en una danza paralela entre olas agridulces
y relámpagos en polvo
rugiendo tras papel doblado.
Y al final:
otro rastro de estrellas muertas
por los márgenes,
ese regusto químico
con el mejor color de la noche
vomitado hasta el infinito.
Traspasados los límites del sueño,
desde algún ayer rabioso,
último y polar: Amanece
el mundo sin subtítulos
y una calle cualquiera de Madrid,
... casi como en una vieja canción de Los Secretos.
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Autor:
Luis 091 (
Offline)
- Publicado: 19 de febrero de 2025 a las 19:22
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 8
- Usuarios favoritos de este poema: yunque, Mauro Enrique Lopez Z., EmilianoDR
Comentarios1
Buenísimo amigo.
Que puta era la aurora cuando todavía ese regusto a químicos hacia sentirnos inmortales y poderosos , pero el bajonazo de una hostia nos llevaba a los infiernos .
Placer leerte luis
Un abrazo
Así es, Yunque, tantos y tan pronto que se quedaron en ese mundo ficticio...
Muchas gracias, amigo. Un abrazo.
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