Ayer encontré mis letras ardiendo de emoción. Era como si la primavera hubiese llegado a mi jardín y lucían generosamente en fiesta, por el hecho de que te diste un tiempo para leerlos y todavía más, estiraste tu complacencia escribiendo un comentario y despertando la locura de mis letras, bailando el alfabeto en medio de ese vuelco causado al corazón.
Solo en la mitología griega Afrodita bajaba al jardín de eros para acompañar con su lira los versos de un enamorado a su amada, ofreciendo un ramo de claveles que no se marchitaban aun en el invierno más frio de la indiferencia de la amada. Así vos, nunca he sabido de la huella de tus labios en mis escritos, pero hoy. El roce de tu carmín lo evidencia.
El mundo es un jardín, de bellas flores. Todas tienen su particularidad. Unas tienen la lozanía del impasse de la nostalgia de un amor, otros de ese olor que tiene una llamada a soñar despierto, con el beso perdido en un mar de tinta. Los míos, siempre hablan de ese encuentro nuestro cada mañana, como algo cotidiano, esperado, soñado, pero tardado.
Cuando escribo, siempre pongo tu foto sobre mi escritorio y me dispongo a escribir lo que tu mirada me dicta, Borro, tacho y rompo cada garabato que no satisface tu risa. Pienso que una palabra que no enciende tus ojos y dibuja una sonrisa en tus labios, no vale la pena su bautizo de tinta, pues si una letra no llega a tu corazón, debe ser reescrita y editada.
Por eso fue, que cuando llegaste a mis letras (no se si antes lo hacías), pero esta vez, el sonido de tus labios, poniendo en su lugar cada sentimiento e incendiando la llanura seca del abandono y la nostalgia, disipando toda duda sobre tu gusto por mis letras, poniendo a bailar todos mis otros viejos poemas. Que como hojas secas había acumulado la desilusión.
LENNOX
EL QUETZAL EN VUELO
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Autor:
lennox, el quetzal en vuelo (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 20 de febrero de 2025 a las 08:52
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: EmilianoDR, Mauro Enrique Lopez Z.
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